Isidoro Álvarez falleció el 14 de septiembre de 2014, tras 25 años al frente de El Corte Inglés (ECI). Le sustituye su sobrino, Dimas Gimeno, que mantiene el cargo hasta julio de 2019, cuando es sustituido por Marta Álvarez.
No es fácil comparar la gestión de los tres presidentes, entre otras cosas por el lapso de la pandemia de 2020, donde ECI se vio obligado a cerrar sus centros -si hablamos de la Presidencia de Marta Álvarez- y, si enjuiciamos a Dimas Gimeno, porque los últimos años de Isidoro Álvarez se caracterizaron por un crecimiento un tanto desordenado y una apertura de centros cuya rentabilidad estaba comprometida desde su inauguración.
Ahora bien, las cifras resultan hasta crueles durante la última década, en primer lugar para Gimeno pero también, insisto, con el difícil interrogante de la influencia real de la pandemia sobre los resultados, en el caso de Marta Álvarez. En cualquier caso, el ejercicio atribuible ya plenamente a Gimeno (2016) supone el desplome más acusado del resultado de explotación del Grupo.
Al menos si lo medimos según el resultado de explotación, la pieza clave, junto a los ingresos, de la cuenta de resultados de El Corte Inglés. Así, ver cuadro adjunto, elaborado con las cifras de ECI, en 2013, el resultado de explotación fue de 721 millones de euros, que ascenderían hasta los 826 millones y conseguirá la cumbre en el ejercicio 2015, que todavía hay que asignar a quien durante nada menos que 25 años dirigió el Corte inglés. Dimas Gimeno puede reclamar como suyo el periodo 2016-2019, y el resultado típico de ECI durante ese lapso no fue como para tirar cohetes. Todo lo contrario: se hundió. Sus próximos alegan que sufrió una Presidencia bronca, con la oposición directa de Marta y Cristina Álvarez. Todo eso es cierto, pero el desplome de los resultado recurrente también lo es.
Gimeno perdió la batalla y en julio de 2019 tuvo que ceder el testigo a Marta Álvarez, en medio de una pelea por la salida de los Álvarez del accionariado.
En cualquier caso, durante la etapa Dimas, casi un lustro, las cifras alcanzadas por Isidoro Álvarez se reducen drásticamente hasta los 257 millones conseguidos en 2016 que luego ascendieron hasta los 411 de 2017, hasta los 421 de 2018 y hasta los 496 de 2019. Poco más de la mitad que el último ejercicio de la inercia de su tío.
Ese mismo año, ya en julio, Marta Alvarez alcanza la Presidencia. Este periodo, que llega hasta hoy, resulta el más difícil de analizar con cargo a resultados, dado que la actual presidenta accede al trono apenas 8 meses antes de declararse la pandemia, que lleva a cerrar el año con unas pérdidas por encima de los 3.000 millones de euros. Recuerden que los beneficios suelen ser postizos pero las pérdidas, o son infladas por razones fiscales... o son pérdidas.
En 2021, Marta Álvarez tan sólo consigue un magro resultado de explotación de 195 millones de euros. En la propia compañía aseguran que el resultado de 2022 (los ejercicios de ECI llegan hasta el 28 de febrero en este caso de 2023), que se conocerán en un mes, repetirán los de 2019.
Por tanto aceptando que Dimas Gimeno mantiene que se vio obligado a provisionar las zonas de sombra dejadas por Isidoro Álvarez por el desmesurado y nada prudente crecimiento de los últimos años, que llevó a ECI a endeudarse como nunca lo hacía estado, y aceptando lo que asegura el equipo Marta Álvarez, para quien la pandemia distorsiona cualquier juicio sobre su gestión... lo cierto es que, en este recorrido de casi diez años, el resultado de explotación de El Corte Inglés -insisto, la variable más relevante de la cuenta de resultados, se nos ha quedado en la mitad, a veces menos, de la facturación que conseguía Isidoro Alvarez hace una década.
Además, las cuentas del ejercicio 2022 se han caracterizado por los ingresos de atípicos (venta de Seguros El Corte Inglés a Mutua). Lo curioso es que, históricamente, El Corte Inglés de Isidoro nunca creció a base de atípicos, quizás con la excepción de financiera El Corte Inglés. Con Dimas Gimeno se firmó un lamentable acuerdo con el jeque Al Thani del que luego ha costado mucho salir, dado que no era una inversión sino un crédito del millonario catarí.