Cuando Apple llegó a un acuerdo con Amazon -octubre de 2018- para que vendiera sus productos en Italia, le puso como condición que no permitiera a otros distribuidores hacer lo mismo, aunque fueran distribuidores autorizados por la propia Apple. El acuerdo también incluía los productos de la marca Beats, propiedad de la firma de Cupertino.
Así lo ha constatado la Autoridad Garante de la Competencia y los Mercados de Italia (AGCM), la CNMC transalpina, que ha multado a Amazon con 68,7 millones de euros y a Apple con 134,5 millones, por prácticas contra la competencia, concretamente, por infringir el artículo 101 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea.
Con esta sentencia, que tanto Amazon como Apple recurrirán, la AGCM hace hincapié en la “necesidad de que los sistemas de distribución, para ser compatibles con las normas de competencia, se basen en criterios cualitativos, no discriminatorios y aplicados indistintamente a todos los minoristas potenciales”, afirma el organismo.
Algo muy parecido detectó la CNMC y el pasado mes de julio abrió un expediente sancionador contra las dos compañías. “Las conductas investigadas podrían estar restringiendo la competencia en los sectores de la venta por Internet de productos electrónicos y podrían, además, fortalecer la posición de Amazon en el sector de la prestación de servicios de comercialización a terceros vendedores minoristas a través de plataformas en línea (Marketplace) en España”, señaló el organismo. Vaya por delante, como repite insistentemente la CNMC, que la apertura del expediente “no prejuzga el resultado final de la investigación”.
Sea como fuere, está claro que a los GAFA (Google, Amazon, Facebook y Apple) no les gusta la competencia, aunque ellos afirman que sí. Pero eso es lo que dicen todos los monopolios, naturalmente.