Decíamos en Hispanidad que Jaime Botín apenas vio alterada su fortuna por el pago de la multa de 91,7 millones de euros por contrabando con un cuadro de Pablo Picasso titulado ‘Cabeza de mujer joven’. Y ahora toca referir que le vino bien la salida a bolsa de Línea Directa, la cual se produjo el 29 de abril de 2021, porque Cartival, la sociedad patrimonial que posee con sus hijos, ha ganado 311,6 millones de euros más en 2021, a pesar de que la cotización de la aseguradora acumula una depreciación de un 32% desde el máximo que registró el 11 de junio de 2021 (1,9 euros) y de casi el 38% en el último año.
Línea Directa debutó a un precio de 1,3175 euros por acción y en su primer día en el parqué ascendió a 1,62 euros, pero ahora cotiza a 1,11 euros y en este año ha caído un 29%. Esto también se nota en su capitalización, que ha pasado de los 1.434 millones del estreno a casi 1.205 millones actualmente. La sociedad Cartival es su primera accionista, con un 19,15%, seguida de Bankinter, con un 17,415%. Y no se puede olvidar que este banco también está controlado por Cartival, que posee un 23,191%, y que ha sido uno de los más eficientes, junto al Sabadell, en el primer semestre.
La capitalización de Línea Directa ha pasado de los 1.434 millones del debut bursátil a casi 1.205 millones actualmente
Jaime Botín tuvo ocho hijos con Belén Naveda, pero dos fallecieron en un trágico incendio en la vivienda familiar de Santander y otro al poco de nacer. Los cinco restantes (Marcelino, Alfonso, Gonzalo, Marta y Lucrecia) tienen silla en el consejo de Cartival: Marcelino es consejero dominical de Bankinter; Alfonso es vicepresidente ejecutivo de este banco y presidente de su Comisión Ejecutiva; Lucrecia tiene una productora de cine (Morena Films); Gonzalo se dedica a escribir; y Marta se dedica a la cría de caballos. Jaime Botín se separó de Belén Naveda y se casó después con Adela Martínez.
Volvamos a los resultados de Cartival en 2021 que publica El Economista tras acceder a las cuentas depositadas en el Registro Mercantil. A esta patrimonial le ha favorecido la salida a bolsa de Línea Directa, pues ha pasado de un beneficio neto de 21,3 millones en 2020 a 332,9 millones el año pasado, 16 veces mayor. El valor de las acciones de la aseguradora se imputa como ingresos por dividendos y se contabilizan dentro de la cifra de negocio de la patrimonial, que en total ascendió a 340 millones. Cartival se ha nutrido mucho más de los dividendos de Línea Directa y de Bankinter que de otras participadas que tuvieron pérdidas: la empresas de explotación agrícola y ganadera El Retamoso de la Mancha 2 y Los Pataches, el fondo de capital riesgo centrado en renovables Aleph y el 34,47% de la consultoría Ictiocentauros. Además, posee el 50% de Pista la Perdiz, que se dedica a la explotación de aeródromos y pistas de aterrizaje.
Jaime Botín abonó una multa por contrabando de 91,7 millones y se libró de la cárcel por enfermedad, pero también pagó 500.000 euros en dos multas por ocultar acciones de Bankinter durante la refriega con Credit Agricole, y la Fiscalía pedía 27 meses de prisión y una multa de 2,2 millones por la acusación de fraude fiscal al deslocalizar un avión en Portugal
Cartival reconoce el impacto del Covid-19, la crisis energética, la inflación y la guerra en Ucrania en la rentabilidad de sus activos, que ahora es “indeterminada y escasamente previsible”, pero espera que el beneficio de sus participadas -y con ello, el dividendo, por supuesto-, aumente progresivamente los próximos ejercicios. Así Jaime Botín no tiene mucho de que preocuparse, pues su fortuna seguirá creciendo, y recuerden que abonó una multa por contrabando de un Picasso pero se autoconcedió un crédito de 100 millones de Cartival para ello, y además se ha librado de la pena de cárcel: así lo decidió el Juzgado de lo Penal número 28 de Madrid, después de analizar el informe remitido por el médico forense adscrito al juzgado y en el que se aseguraba que Botín, de 85 años (en aquel momento), padece una enfermedad grave “con padecimientos incurables”. Eso sí, recuerden que sus líos con la Justicia son más extensos: en julio de 2020, fue condenado por la Audiencia Nacional a pagar 200.000 euros por ocultar acciones de Bankinter durante la refriega con el banco francés Credit Agricole, que quiso hacerse con la entidad española; multa que se sumó a otra de 300.000 euros por el mismo motivo que le condenó a pagar el Tribunal Supremo en junio de 2019; y en noviembre de ese mismo año, la Fiscalía elevó su petición a 27 meses de prisión y una multa de 2,2 millones para Jaime Botín, acusado por fraude fiscal al deslocalizar un avión en Portugal, pese a que ya había devuelto la totalidad de la cantidad defraudada (un millón de euros).
En todo este horizonte penal, Jaime Botín ha tenido una gran defensora en la CEO de Bankinter, María Dolores Dancausa. Por ejemplo, en julio de 2019, defendió la "honorabilidad e integridad" de su jefe y en octubre de 2021 no valoraba las decisiones judiciales, pero… consideraba la condena de Jaime Botín como “una sucesión de incoherencias y desatinos”.