Parece que a José Manuel Vargas le va bastante bien años después de dejar AENA y su criticada privatización. Vargas lleva tiempo trabajando y forrándose con el fondo estadounidense Rhône Capital, gracias a la participación en el fabricante de piscinas Fluidra y a controlar el fabricante de explosivos Maxam. Ahora se mudará a Londres para ser socio director general del negocio europeo del fondo... y seguirá forrándose.

Este directivo madrileño de 53 años también ha obtenido una silla en el Comité Ejecutivo de Rhône Capital, por lo que este último parece contento con su gestión. Recuerden que, entre otros activos, el fondo controla actualmente el 11,7% de Fluidra, siendo su segundo accionista tras las familias fundadoras, y el 100% de Maxam. Este último es un fabricante español de explosivos, que tiene su origen en la Sociedad Española de la Pólvora creada por Alfred Nobel en 1872, al que no le ha afectado haber sido señalado por el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y que ha sacado tajada de vender su filial de defensa a la compañía alemana Rheinmetall (fabricante de los famosos tanques Leopard). Además, Maxam ha atraído el interés del fondo de inversión estadounidense Carlyle (que entre otros activos, es dueño del 38,5% de Cepsa) y hace unos meses Rhône Capital barajó venderle el 70% del capital a cambio de unos 2.500 millones de euros, como avanzó El Economista.

Pese al ascenso al negocio europeo y al Comité Ejecutivo de Rhône Capital, Vargas seguirá siendo presidente no ejecutivo del fabricante de explosivos Maxam. Y en este último, ascienden dos veteranos que llevan 10 años trabajando en la compañía a directores generales: Carlos García Luján estará al frente del Negocio y Carlos González Elejabarrieta liderará el Corporativo.