La junta de accionistas de Bankinter celebrada este jueves marca el inicio de la era Alfonso Botín al frente del banco, tras la retirada silenciosa de su padre, Jaime Botín -en abril cumplirá 88 años-, a comienzos de 2023. Don Jaime le traspasó los trastos a su hijo con un encargo: mantener a María Dolores Dancausa como consejera delegada. Y así lo hizo hasta que a finales de año el banco anunció el nombramiento de Gloria Ortiz como CEO y el de Dancausa como presidenta no ejecutiva, en sustitución de Pedro Guerrero.
Lo primero de todo: ni la salida de Guerrero ha sido voluntaria y por propia iniciativa, como aseguró él mismo durante la junta, ni Dancausa está a partir un piñón con Alfonso Botín, tal y como ha pretendido trasladar con sus palabras de despedida, también durante la junta.
Efectivamente, nada o casi nada es lo que parece porque Dancausa fue un nombramiento de Jaime Botín y nunca congenió con Alfonso. Por eso, las palabras de agradecimiento que Dancausa dirigió a Alfonso -agradecimiento “por la confianza que siempre has depositado en mí”- han sonado a ‘excusatio non petita, accusatio manifesta’. Dancausa no se marcha de Bankinter y seguirá muy bien pagada, pero su labor queda relegada a la mera representación institucional.
Gloria Ortiz, además de conocer la casa a la perfección y de estar sobradamente preparada para el cargo, sí es un nombramiento de Alfonso que, con estos movimientos ha dejado claro quién manda en el banco. Ha sido su jugada maestra: cesar a Guerrero, otro nombramiento de su padre, darle la patada hacia arriba a Dancausa y nombrar a Ortiz como CEO.
Pedro Guerrero también tuvo palabras de agradecimiento, como es natural, en su última junta en Bankinter, en su caso dirigidas a “Jaime Botín y a su familia”. Lo cierto es que si por él fuera, seguiría más tiempo como presidente no ejecutivo del banco y, de hecho, no esperaba que Alfonso le cesara.
Tras su salida de Bankinter, Guerrero (71) se dedicará a gestionar su patrimonio y no formará parte de ningún consejo de administración de empresas en las que no tenga participación. Esa etapa también ha finalizado.
Junta de accionistas de Bankinter 2024: termina la era Jaime Botín y comienza la de su hijo Alfonso. Por cierto, una de las últimas cosas que intentó Jaime fue fusionar Bankinter y Santander. No salió adelante, entre otros motivos porque Ana Botín no puede ni ver a Dancausa. La fusión tiene su sentido, ya que permitiría dar visibilidad a los Botín, pero poco más. Lo cierto es que Alfonso y su primo Javier, hermano de Ana con la que no se lleva especialmente bien, se entienden a la perfección. Ahora bien, una cosa es compartir distanciamiento con Ana Botín y otra muy distinta, intentar desbancarla al frente del Santander. No lo harán.