Ebro Foods (dueño de SOS, La Fallera, Brillante, La Cigala y Garofalo, entre otras marcas) ha empezado bien el año en números, tras un 2022 donde resistió el temporal de inflación sin trasladarla al 100% a los precios, y este miércoles ha celebrado su Junta de Accionistas con pocas sorpresas. En el posterior encuentro con periodistas, su presidente ejecutivo, Antonio Hernández Callejas, ha lamentado los ataques de “algunos socios del Gobierno” (es decir, de Unidas Podemos) a Juan Roig “y como empresario “me siento aludido y herido, porque no se ha puesto en valor la trayectoria empresarial” y “los que le han atacado no han hecho ni una millonésima parte de lo que él ha logrado”.
De cara al 23-J y un hipotético cambio en Moncloa, Hernández Callejas ha pedido “un plan hidrológico nacional serio” para combatir la sequía, algo que considera que será cada vez más frecuente. Es decir, un plan que se alcance con el consenso de los grandes partidos de derecha e izquierda, y que haya una “política solidaria de agua”. Alberto Núñez Feijóo y Pedro Sánchez deberían tomar nota.
De cara al 23-J y un hipotético cambio en Moncloa, Hernández Callejas pide “un plan hidrológico nacional serio” para combatir la sequía y que se alcance con el consenso de los grandes partidos de derecha e izquierda. Feijóo y Sánchez deberían tomar nota
Respecto al futuro del grupo agroalimentario líder mundial en arroz y segundo fabricante de pasta, Hernández Callejas ha confirmado que se mantiene la apuesta por el crecimiento orgánico, destacando las inversiones que han realizado en las plantas de arroz de Memphis (EEUU) y en las españolas de La Rinconada y Jerez de la Frontera; y en la de pasta de Lyon (Francia) dedicada a ñoquis. Asimismo, están estudiando la compra de una empresa en arroz y de otra en pasta que serán pequeñas (de unos 50 millones de euros), similares a la de InHarvest y fuera de España; y harán desinversiones en activos inmobiliarios en todos los países con las que esperan ingresar unos 40 millones.
Respecto a subidas de precios, el presidente de Ebro Foods ha referido que la mayoría se dieron en 2022 y aunque ha habido ajustes al alza en algunas referencias de arroces basmati y bomba que seguirán en 2024, en general habrá mejora de la situación y los 220 millones de costes adicionales que preveían serán menores. Es optimista y espera una bajada de inflación para el segundo semestre. Eso sí, las políticas promocionales son cada más intensas y mayores, y hay crecimiento de la marca blanca (por ejemplo, en arroz es del 60% en España, frente al 33% en EEUU; y en pasta fresca en Francia es pequeña pero aquí es muy alta). Claro que Ebro sigue creciendo, a pesar del descenso del mercado (-8% respecto al año pasado, cuando la guerra en Ucrania y la huelga transportes impulsaron el consumo por la sensación de un posible desabastecimiento) y la inflación: sus marcas se están comportando mejor que el mercado y están ganando cuota de mercado.
Sólo ha intervenido un accionista que se ha quejado de la minusvalía que sufre por el menor precio de la acción respecto al momento en que invirtió, de las pérdidas de Roland Monterrat, del resultado, de las retribuciones de los consejeros, del dividendo y de la falta de un aperitivo
Hace días, ASAJA refirió que la cosecha de cereales en España se hundirá un 65%, algo que no preocupa a Ebro pues sólo a veces compra algo de sémola aquí y no compra nada de trigo duro, y nuestro país aporta el 6,3% del resultado bruto de explotación (ebitda). Eso sí, al grupo le afecta más la menor cosecha de arroz en España por la sequía: no ha existido en Andalucía y ha tenido restricciones en Extremadura.
En la Junta de Accionistas, además del alza de costes, Hernández Callejas ha referido las pérdidas de 20 millones de euros de Roland Monterrat, que han reclamado ante los tribunales: “Hasta a Florentino Pérez le sale alguna vez algún jugador al que no le gana dinero”. Por su parte, el consejero independiente y presidente de la Comisión de Auditoría, Control y Sostenibilidad, Marc Murtra (en la imagen de la derecha y que a su vez es presidente de Indra), ha señalado que la “evolución normativa constante es un reto para los próximos años; y Blanca Fernández Rodríguez, presidenta de la Fundación Ebro Foods, ha destacado la ayuda a más de 70 proyectos de 58 entidades, beneficiando a 756.000 personas directas y aún muchas más indirectas, a través, por ejemplo, de las donaciones de 23 millones de toneladas de alimentos por un valor superior a los 1,5 millones de euros y también de donaciones económicas.
Todos los acuerdos propuestos han sido aprobados, incluida la reelección de Marc Murtra como consejero no independiente por otros cuatro años: ahora preside la Comisión de Auditoría, Control y Sostenibilidad del grupo, y a su vez preside Indra
Sólo ha intervenido un accionista (habitual en las Juntas de otras compañías del Ibex, como ACS, Endesa, Ferrovial o Repsol), que se ha quejado de la minusvalía que sufre por el menor precio de la acción respecto al momento en que invirtió, de las pérdidas de Roland Monterrat, del resultado, de las retribuciones de los consejeros, del dividendo y de la falta de un aperitivo. Hernández Callejas le ha respondido que no ha visto los datos adecuadamente porque el resultado operativo consolidado no ha decrecido en 2022 y que él mismo renunció a más de 400.000 euros de bono que le correspondía en retribución variable. Asimismo, el presidente ejecutivo de Ebro Foods ha remarcado la historia de ventas fantásticas aunque con la de Roland Monterrat no hayan ganado dinero, que al dividendo ordinario con una rentabilidad por dividendo del 3,9% se han sumado dos extrardinarios superiores a los 3 euros y que “no hay grandes sorpresas en cotización, porque es una compañía seria y solvente que probablemente no le dará ningún disgusto”.
Todos los acuerdos propuestos (incluida la reelección de Murtra como consejero por otros cuatro años), han sido aprobados. Recuerden que la familia Hernández es el primer accionista del grupo, con un 15,922% del capital repartido a partes iguales entre las sociedades Hercalianz Investing Group (representada por Antonio Hernández Callejas y su hermano Félix) y Grupo Tradifin (propiedad de su tío Elías Hernández Barrera y representada por Blanca Hernández Rodríguez). Tras esta familia en el accionariado se encuentran los March, dueños del 14,004% a través de su vehículo de inversión (Corporación Financiera Alba), los Carceller, con un 11,686% a través de Damm; y la SEPI, con un 10,36%.