Este martes, se ha celebrado la Junta de Accionistas de Inditex, a la que no ha acudido su fundador y máximo accionista, Amancio Ortega, algo que es habitual, pero no hay que olvidar que tiene ya 85 años. Eso sí, su frente familiar se mantiene tras la reelección de José Arnau (65 años) como consejero en representación de Ortega, quien es dueño del 59,294% de Inditex (9,284% a través de Partler y 50,01% vía Pontegadea Inversiones, sociedad representada por su segunda esposa, Flora Pérez Marcote, que tiene 69 años). Al mismo tiempo, Pablo Isla (57 años), presidente ejecutivo del líder textil, ya se ha 'ganado' al CEO, Carlos Crespo (50 años).
Conviene recordar que el nombramiento de Crespo fue ratificado por los accionistas en la Junta de 2019. Este economista coruñés no era un hombre de Isla, porque llegó a Inditex cuatro años antes que este último, concretamente en 2001, por tanto podía ser su número dos, pero no le debía nada. Dos años después, Isla se ha ganado su confianza y él la de Isla… algo que podría venir bien en un futuro, cuando toque hablar del tema de la sucesión.
En la Junta ha habido pocas sorpresas, pues sólo dos accionistas han formulado preguntas de forma telemática. La primera ha servido para que Isla subrayara el “importantísimo” carácter que tienen para Inditex los salarios dignos y los derechos laborales que engloba el programa ‘El trabajador en el centro’, todo ello una semana después de reunirse con CCOO, donde el sindicato le mostró quejas por los cierres anunciados que afectarán a 1.000 trabajadores en España. Mientras, la segunda cuestión, ha permitido para que Isla destacara los 177 millones de unidades de material sanitario que Inditex ha transportado por el Covid-19 en 66 rutas, así como las donaciones directas en varios países y las realizadas a través de los programas de colaboración que tiene con varias entidades sin ánimo de lucro.
Los accionistas han aprobado el reparto de 0,7 euros de dividendo, la nueva política de remuneraciones (que incluye aumentos de las retribuciones variables de Isla y Crespo) y el plan de incentivos a largo plazo en acciones para hasta 750 directivos y empleados
Isla ha referido que 2020 estuvo “muy marcado por la pandemia”, pero fue “un año clave en la transformación estratégica”, lo que permitirá el pleno desarrollo de la plataforma tecnológica propia (Inditex Open Platform -IPOP-). Asimismo, lograron mantener una posición financiera sólida (7.560 millones de euros de caja), algo que es clave para la política de dividendos, con un pay out del 60%: en la Junta se ha aprobado el reparto de un dividendo de 0,7 euros en dos pagos de 0,35 euros (uno se ha efectuado el pasado mayo y otro llegará en noviembre). Los accionistas también han aprobado la nueva política de remuneraciones, que supone que la retribución variable de Isla y Crespo subirá a un 120% de la retribución fija, y el plan de incentivos a largo plazo en forma de acciones (un máximo de 7,5 millones representativas del 0,24% del capital social) que podría beneficiar hasta un máximo de 750 directivos y empleados.
En Inditex no sólo se apuesta por digitalización e integración con la tienda física, sino por la sostenibilidad. De hecho, Isla ha anunciado que se adelantarán algunas metas ‘verdes’ y se incorporan otras, como: lograr emisiones netas cero para 2040, diez años antes de lo previsto; algodón más sostenible para 2023 en vez de para 2025; uso de energías 100% renovables en 2022, después de que ya tenga el 80%, superando la meta del 65% fijada para el último ejercicio; más de la mitad de las prendas pertenecerán a Join Life, el etiquetado de máxima sostenibilidad del grupo, en 2022; y reducirá el impacto del agua un 25% en toda la cadena de suministro en 2025.