El directivo italiano Luca de Meo apuesta por el coche eléctrico en Europa y considera que el viejo continente ganará la batalla en este tipo de vehículo, según ha afirmado en una entrevista en el semanario francés Le Journal du Dimanche y de la que se ha hecho eco la Agencia EFE. Eso sí, también ha advertido del problema del elevado precio del coche eléctrico y que se debe a que “el 40% proviene de la batería” y a que “de ese porcentaje, el 80% depende de las materias primas”.
Recuerden que hasta ahora la mayoría de las baterías vienen de Asia, principalmente de China, aunque ya hay proyectos para hacerlas en el viejo continente e incluso en España (en la Comunidad Valenciana y en Extremadura). Además, tras la crisis del Covid-19 y con la invasión rusa de Ucrania y el inicio de la guerra en dicho país, se ha disparado el precio de las materias primas y de los costes, y se siguen produciendo disrupciones en las cadenas de suministro.
La advertencia de Luca de Meo sobre el precio del coche eléctrico llega casi dos meses después de que José Vicente de los Mozos, responsable mundial de Fabricación de Renault y su máximo responsable en España y Portugal, así como presidente de Ifema, señalara que no es accesible para todos. Unas declaraciones que se produjeron después de que el Parlamento Europeo quiera prohibir los de combustión en 2035. En el grupo automovilístico francés, donde ahora priorizan valor frente a volumen, se apuesta por la nueva movilidad y quieren que la gama sea eléctrica en 2030, entre otros aspectos porque hasta 2025 tienen programados 25 lanzamientos (11 eléctricos, entre ellos las nuevas versiones de los clásicos R5 y 4L).
De Meo destaca que en Renault “salimos de la sala de emergencias”, con resultados “mejores en mucho tiempo, dos años por delante de nuestro plan estratégico anunciado en enero de 2021”. Y eso que el contexto no ha sido fácil: inflación, crisis de chips y salida de Rusia
El CEO del grupo Renault ha reconocido que sobre la revolución que supone la transición ecológica, Europa tiene “sensibilidad cultural y ventajas tecnológicas”, pero ha estado más lenta que EEUU y China en la revolución de la digitalización. Aunque no alude a ello directamente, no se puede obviar que el sector automovilístico mundial lleva años afectado por la escasez de chips, que le está dificultando recuperar los niveles preCovid y por ejemplo en España le ha sumido en una crisis profunda que se ve cada mes, además, la mayoría de los semiconductores también se fabrican… en Asia (principalmente China y Corea del Sur).
Paralelamente, De Meo ha destacado que en Renault “salimos de la sala de emergencias”, pues “nuestros resultados son los mejores en mucho tiempo, dos años por delante de nuestro plan estratégico anunciado en enero de 2021”. Y eso que el contexto no ha sido fácil: “la inflación ha impactado en nuestros márgenes, la crisis de los semiconductores nos hizo perder 300.000 coches y, con nuestra salida de Rusia, la cotización de nuestra acción cayó un 35% en unas semanas”. “Nuestro rendimiento en el primer semestre y nuestro objetivo anual, que se revisó al alza, debería silenciar a los que decían que Renault no podía sobrevivir”, ha subrayado.