A la vista de sus resultados de 2023, el Grupo Lufthansa ha volado menos en ingresos que el franco-neerlandés Air France-KLM y en beneficio neto que IAG… Ojo, también se le complica la compra del 41% ITA Airways (antigua Alitalia), que están analizando las autoridades de Competencia de la UE (al igual que sucede con la de Air Europa por parte de Iberia), pero esperan que Bruselas apruebe la operación.
El grupo aéreo alemán ha mejorado sus cifras respecto a 2022 por la subida de tarifas (como en la mayoría de aerolíneas del mundo) y el aumento de pasajeros, pero no ha ganado a sus principales rivales europeos. Eso sí, premiará a sus accionistas, porque quiere recuperar el dividendo: propondrá repartir 0,3 euros por acción por primera vez desde el batacazo que supuso la pandemia del Covid-19.
Vayamos a los resultados. El grupo aéreo alemán (formado por las aerolíneas Lufthansa, Swiss, Eurowings, Air Dolomiti, Austrian Airlines, SunExpress y Luxair, y a las que se podría sumar ITA Airways) que dirige Carsten Spohr ha visto crecer sus ingresos un 15% respecto a los de 2022, a 35.442 millones de euros, superando los 29.453 millones (+27,7%) de IAG, pero no el récord de 30.019 millones (+13,7%) alcanzado por Air France-KLM. En esto ha contribuido la subida de tarifas y haber transportado a 123 millones de pasajeros (+20%), así como el mayor número de vuelos y plazas ofertadas, llegando a registrar un 84% de la capacidad de 2019 y volviendo a niveles preCovid en ocupación (83%).
Por su parte, Lufhansa ha disparado un 88% su beneficio operativo, a 2.669 millones. Asimismo, ha duplicado su beneficio neto, a 1.673 millones, el tercero mejor de su historia: eso sí, ha superado el de Air France-KLM (934 millones), pero no el de IAG (2.655 millones).
En capitalización bursátil, Lufthansa, con 8.167 millones, ocupa la medalla de plata entre sus rivales: IAG lidera, con 8.757 millones; y Air France-KLM ocupa el tercer puesto del podio, con 2.562 millones. Eso sí, el grupo aéreo alemán no ha celebrado en bolsa los buenos resultados de 2023, sobre todo, por las huelgas de su personal de tierra que está viviendo y han obligado a interrumpir algunos vuelos. También pueden haber influido las dificultades en la compra de ITA: las autoridades de Competencia de la UE se han puesto exigentes y el grupo aéreo alemán ha señalado que si las condiciones elevan el precio, podrían dar marcha atrás, según informa Preferente. Es más, aluden a que el ministro de Economía italiano, Giancarlo Giogetti, ha mostrado preocupación, a que en Italia atribuyen la dureza a no haber apoyado a Margrethe Vestager en su candidatura a presidir el Banco Europeo de Inversiones (BEI) -cargo que al final consiguió Nadia Calviño- y a que el periódico La Stampa refiere que “en Bruselas pesan más las preocupaciones de Air France que los intereses de Roma y Berlín”.