Si en enero ya advertimos que el lujo había olvidado la pandemia, cuando Louis Vuitton ganó 12.086 millones en 2021, un 68% más que en 2019, y facturaba 64.215 millones (+20%), la tendencia se confirma. Hennessy Louis Vuitton (LVMH) cerró el primer semestre del año con un beneficio neto de 6.532 millones de euros, un incremento del 22% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según ha informado este martes la compañía.
"Abordamos la segunda parte del año con confianza, pero, dado el contexto geopolítico y sanitario actual, estamos vigilantes y contamos con la agilidad y el talento de nuestros equipos para reforzar nuestro liderazgo en el mercado mundial del lujo este 2022", admitió en un comunicado el presidente ejecutivo y primer accionista de la firma a través del holding Groupe Arnault, Bernard Arnault.
El conglomerado multinacional francés líder en marcas de lujo y dueño de 76 firmas como Moët & Chandon, Dior, Loewe, Givenchy o Tiffany, ha facturado 36.729 millones de euros, un 28% más, gracias a la mejora de los mercados en Europa y Estados Unidos, dado que el mercado asiático sigue viéndose afectado por la pandemia, registrando "una menor progresión en el segundo trimestre debido a las nuevas restricciones sanitarias en China".
Las ventas crecieron en todos los segmentos de negocio, destaca la división de moda y marroquinería, que representa la mitad del grupo, y creció un 31%, hasta 13.863 millones de euros, mientras que las ventas de comercio al por menor, que agrupa a Sephora y el negocio de venta en aeropuertos, creció un 30%, hasta 5.085 millones.
El negocio de relojes y joyería aumentó en un 22%, hasta 4.023 millones de euros, por su parte, las ventas de perfumes y cosméticos sumaron hasta los 3.025 millones, un 20% más. El segmento de vinos y otras bebidas espirituosas experimentó un alza del 23%, hasta 2.705 millones de euros.
Y los costes también aumentaron, el coste de los productos vendidos fue de 11.418 millones de euros, un 25% más, mientras que los gastos de ventas y marketing se situaron en 12.701 millones, un 30% más. Los costes generales y administrativos fueron de 2.378 millones, un 13% más.