Por fin, en la fecha límite para romper las negociaciones, Iberia, es decir, la multinacional anglo-española IAG, ha comprado Air Europa, la obra de Juan José Hidalgo, conocido como 'Pepe Aviones'.
¿Es una buena noticia? No, es malísima. Significa que se intensificará el oligopolio del tráfico europeo en Europa. Y, encima, que se consolida la peligrosa casta empresarial de la 'smart people' sanchista.
Al final, quedarán en Europa tres aerolíneas: IAG, Lufthansa y Air France-KLM. Las consecuencias serán dos: precios más altos y peor servicio, en todo el continente.
Dos enseñanzas: el problema de las empresas familiares suele estar en la primera sucesión, es decir, en la segunda generación. La familia Hidalgo era una nido de disensiones, ergo, lo que era una pujante y estupenda empresa familiar se ha visto obligada a convertirse en apéndice de una multinacional, por no hacer una sucesión ordenada.
La compra de Air Europa por Iberia supone otra conquista de la 'smart People' de Pedro Sánchez, a la que el Gobierno favorece con medidas regulatorias y con subsidios públicos
Los monopolios y, aún peor, los oligopolios, siempre hacen lo mismo: se presentan como la única posibilidad de supervivencia. Ya saben, sinergias, economía de costes, etc. Una vez que se hacen con el mercado, o con una cuota dominante del mismo, empiezan a subir los precios y a empeorar el servicio, porque el cliente se queda sin alternativas, o simplemente verá reducidas esas alternativas. Al final, como en todo oligopolio, pagará más por menos. Naturalmente, a medida que aumenta el oligopolio, la entrada de nuevos competidores se hace, no más difícil, sino sencillamente imposible.
Al monopolista siempre hay que recordarle lo mismo: la libertad es bonísima pero el liberalismo no consiste en la libertad de la zorra en el gallinero. Y para evitar que la zorra entre en el gallinero no basta con imponer normas o con un regulador eficiente: lo que hace falta es permitir a las gallinas que puedan competir con lo grande. Si fuera el caso, creando mercados cautivos para lo pequeño. En el caso que nos ocupa, por ejemplo, mercados nacionales. ¿Y eso es liberal? Sí, es lo más liberal porque sí protege la libre competencia, es decir, la igualdad de oportunidades, en la que puede sobrevivir el pluralismo económico, la multitud de ofertas, las unas jugarán a precio las otras a un servicio mejor... independientemente de su tamaño. Además, lo grande, es por definición, ingobernable.
Encima, la compra de Air Europa por la antigua compañía de bandera española, o sea, por el grupo británico de British Airways, permite consolidar la 'Smart People' de Pedro Sánchez, la nueva 'beautiful People' socialista, tan presente en el sector aeronáutico. Y es que, tanto Iberia como Air Europa, más recientemente, han sobrevivido gracias al vicioso modelo de las subvenciones públicas. Al final, el sanchismo ha creado su grupo de empresarios amigos en el sector aeronáutico y cuando lo necesitan los amamanta con medidas regulatorias o con subsidios públicos.
La compra de Air Europa consolida a este grupo de empresarios sanchistas, que han medrado gracias al espíritu oligopolístico animado por el Gobierno Sánchez, también con subvenciones públicas.
La absorción de Air Europa por Iberia es una pésima noticia para España.