El IPC en tasa anual habría subido tres décimas respecto a julio, hasta quedarse en el 2,6%. En términos mensuales (agosto sobre julio), el IPC aumentó un 0,5%. Mientras que el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 2,4%, tres décimas más que en julio, y su variación mensual fue del +0,5%.
Esta evolución es debida, principalmente, a la subida de los precios de los carburantes y, en menor medida, de los combustibles líquidos, frente a las bajadas registradas en agosto de 2022.
En lo que respecta a la inflación subyacente (la inflación que no tiene en cuenta los productos energéticos ni los alimentos frescos), habría disminuido una décima respecto a julio, hasta situarse en el 6,1%.
Insistimos en que la inflación subyacente es muy importante porque permite medir los resultados de la política monetaria en un país, ya que se excluyen los elementos internacionales.
Y una inflación subyacente del 6,1% sigue siendo una tasa muy alta y no habla muy bien de la política económica del Gobierno de Pedro Sánchez y Nadia Calviño, ahora en funciones, pero que han estado gobernando los últimos cinco años.
El INE publicará los datos definitivos del IPC de agosto el próximo 12 de septiembre.