La Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (Selae) y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, están felices. Dicha sociedad ha logrado unas ventas récord de 9.957 millones de euros en 2023, superiores en un 2,78% a las del año anterior, y además, ha elevado un 9,8% el beneficio neto situándolo en los 2.188,7 millones de euros.

El operador público de loterías y juegos de azar depende de la Dirección General del Patrimonio del Estado, adscrita al Ministerio de Hacienda, y está presidido por el andaluz Jesús Huerta desde julio de 2018, poco después de que el Sanchismo llegara a La Moncloa. Huerta fue director general de Presupuestos de la Junta de Andalucía durante la etapa de los ERE y siempre ha acompañado en distintos puestos a Marisu, en su nuevo cargo en Loterías, del que disfruta desde julio de 2018, recibe una remuneración de 223.000 euros anuales. 

Selae ha sacado provecho del impulso de la Lotería de Navidad, que aporta casi el 30% del total de los ingresos. En 2023, contribuyó con unas ventas de 3.319 millones, un 4,36% más que el año anterior. Asimismo, el sorteo del Niño mejoró un 6,89%, la Lotería de Jueves un 5,15% y el Joker un 11,72%. Todo ello representa el 60,7% del negocio.

Por su parte, el resto de juegos (Lotería Primitiva, Euromillones y Bonoloto, entre ellos) aportaron el 39,3% restante, con un crecimiento del 1,1% respecto a 2022, gracias a los aumentos de ventas de la Primitiva y Bonoloto del 7,33% y 7,98% respectivamente. Por el contrario, Euromillones, y El Gordo presentaron caídas del 11,74% y el 7,1%. El nuevo juego del operador estrenado en noviembre, Eurodreams, aportó 35 millones a las cuentas. 

Y fijándonos en las apuestas deportivas, entre ellas, La Quiniela creció el 17,64% y Elige8 el 22,14%. Al contrario, Quinigol se redujo al no celebrarse ni Eurocopa ni Mundial.

Con estos datos, Selae se posiciona como la empresa pública española con mayores beneficios, por delante incluso de AENA y Paradores, y no hablemos de Correos... y todo ello para alegría de Montero, porque el en este caso el Gobierno y su ministerio ingresan por partida doble, por la empresa y por los premiados. Y demuestra que, en su caso, gana más incluso que las casas de apuestas privadas, mucho más de moda entre los jóvenes, pero que presentan descensos de beneficio, como Codere, que ha ingresado un 14% menos. 

Relacionado

No nos extraña que el Gobierno se cargara el Ministerio de Consumo y al ministro Garzón, que una de sus batallas fue el acabar con el juego y la publicidad del mismo: es un negocio muy lucrativo, también para el Estado.