Llega otra muestra de la desvergüenza alemana, después de que Siemens Energy tenga el permiso de la CNMV para su opa sobre Siemens Gamesa y no descarte más ajustes de plantilla. Y es que la primera ha referido que la integración de la segunda es ahora su enfoque, tras dar a conocer los resultados de su último año fiscal (octubre 2021 a septiembre 2022), en los que ha elevado pérdidas, a pesar de haber logrado récord de pedidos.
La división energética del gigante industrial alemán ha cumplido la previsión de que iba a obtener mayores números rojos que en el anterior ejercicio fiscal, pues no sólo ha tenido que afrontar la crisis del fabricante de aerogeneradores (antes español y ahora alemán), sino también la reestructuración en Rusia. Y por ello, su junta ejecutiva sugerirá al Consejo de Supervisión que no proponga un dividendo para 2022 en su reunión anual de accionistas en febrero de 2023, algo que ha castigado ligeramente el mercado.
Siemens Energy ha reducido su ganancia antes de intereses, impuestos y amortización (ebita) y sus ingresos. “En un año desafiante, logramos nuevamente brindar resultados sólidos en nuestro negocio de Gas y Electricidad, mientras que Siemens Gamesa no cumplió con las expectativas”, ha subrayado el presidente y CEO, Christian Bruch. “La integración de Siemens Gamesa ayudará a mejorar la rentabilidad de nuestro negocio eólico y le permitirá desarrollar todo su potencial”, ha añadido. Eso sí, con calma, porque no prevé que Gamesa vuelva a beneficios hasta dentro de tres años.
En un año desafiante, logramos nuevamente brindar resultados sólidos en nuestro negocio de Gas y Electricidad, mientras que Siemens Gamesa no cumplió con las expectativas”, subraya el presidente y CEO, Christian Bruch
La compañía ha tenido unas pérdidas netas de 647 millones en su último año fiscal, frente a las de 560 millones del ejercicio anterior, por culpa de Siemens Gamesa (-940 millones) y de la reestructuración de su negocio en Rusia tras la invasión rusa de Ucrania y el inicio de la guerra en dicho país. El ebita ajustado antes de ítems especiales ha bajado a 379 millones, frente a los 661 millones del anterior ejercicio fiscal, porque el aumento en Gas y Electricidad no pudo compensar la crisis de Siemens Gamesa (la cual se debe, principalmente, a las dificultades en la puesta en marcha de la plataforma terrestre 5.X y a los retrasos en la cadena de suministro). Además, dicha crisis se está viendo en otros actores del negocio de la eólica terrestre, como el fabricante de aerogeneradores y también alemán Nordex y la compañía danesa Vestas, que también registran pérdidas.
Los ingresos de Siemens Energy han descendido un 2,5% en términos comparables, a casi 29.000 millones, de los que 19.280 millones (+4,8%) procedieron del negocio de Gas y Electricidad, mientras los de Siemens Gamesa fueron de 9.814 millones (-3,8%). La entrada de pedidos ascendió a 38.312 millones (+16%), situando la cartera de pedidos en un nuevo récord (97.400 millones).
Siemens Energy espera que la finalización de la reestructuración en Rusia no tenga más impactos financieros significativos y culminar la opa sobre Siemens Gamesa, que incluirá su exclusión bursátil, desembolsando más de 4.000 millones. Asimismo, espera que el presente año fiscal que ha comenzado en octubre los ingresos crezcan entre un 3% y un 7%, el margen de beneficio antes de atípicos sea del 2-4% y tengan una fuerte reducción de las pérdidas netas.