El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha adelantado este miércoles que España ya ha superado los 20 millones de ocupados durante la primera quincena de abril. El Ministerio estima un aumento de la afiliación en abril de unas 36.000 personas, como se imaginan, el ministro ha asegurado que es un dato histórico.
"Está siendo un mes de abril muy bueno" ha insistido Escrivá, quien ha cifrado la creación de empleo neta en 188.000 en términos estacionales.
Escrivá ha destacado también que, respecto al cuatrimestre anterior, el número de afiliados ha crecido en 230.000 personas, lo que supone “un comienzo de año mejor de lo que fueron los años previos a la pandemia”. Con el incremento del último mes, el nivel de empleo supera en más de 500.000 trabajadores el que existía en febrero de 2020, antes del inicio de la pandemia.
Y por supuesto ha hecho gala del crecimiento de la contratación indefinida, sigue al alza y batiendo récords. Según los datos avanzados, en los cuatro primeros meses del año se han firmado 800.000 contratos indefinidos lo que supone que el 77% de los contratos fueron indefinidos.
Escrivá sigue mintiendo como ya es habitual en el Gobierno. Su mentira se fundamenta en tres grandes bloques con los que justifica la pésima situación del país.
Primero, vende que la afiliación crece y el paro disminuye de manera histórica, según nuestra propia serie histórica. Es decir, compararnos con nosotros mismos para hacerlo menos mal que el mes anterior, porque si nos comparamos con otros, ahí la cosa cambia. España sigue siendo el país de la Unión Europea, la Eurozona y de la OCDE con más desempleo.
Pasa a enorgullecerse y vender como bueno el muerto viviente de Sánchez, los ERTE, que son ayudas públicas y que sirven para anestesiar a las empresas y reducir la iniciativa propia. Hablando claro, los ERTE, tal y como los usa el Gobierno, no es más que paro disfrazado. Recordemos que con la nueva reforma laboral tenemos los ERTE relacionados con el Covid-19, los ERTE por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción (ETOP) no relacionadas con la pandemia y los nuevos mecanismos RED que, de nuevo, son otra manera de decir ERTE. Tres maneras diferentes de denominar ERTE, y, a la cara dura de decir que los afectados por estos mecanismos no están parados, se le suma el gasto derivado de esta prestación, que alcanza los 82 millones de euros.
Y su discurso triunfalista finalica vendiendo los éxitos de la reforma laboral de Yolandísima. La maquinaria de Moncloa insiste en que la contratación indefinida está disparda, han acabado con la precariedad según ellos. Más cara no pueden tener, difícil me parece que se pueda contratar de otra forma si la nueva reforma laboral obliga a que casi la totalidad de contratos deban ser indefinidos, y los que no lo sean, serán fijos-discontinuos, que a mí me suena a temporal.
En resumen, que el Sanchismo es un desastre de proporciones... históricas, y al que le gusta mucho mentir. España en la era del Sanchismo, a la cabeza de Europa en paro, déficit público, deuda pública, IPC y miseria.