Mazda no ha arrancado bien su presente ejercicio por el parón de producción que sufrió debido al rebrote del Covid-19 en China y las restricciones adoptadas. Y es que en su primer trimestre fiscal (abril-junio) ha tenido pérdidas operativas de 141,5 millones de euros, así como caída de ingresos (-23%) y de ventas (-34%). Eso sí, en bolsa, ha recibido premio: su cotización ha subido más de un 7% tras dar a conocer las últimas cifras.
El fabricante automovilístico japonés ha elevado su beneficio neto un 31,8%, a 108,7 millones, sólo por variaciones en el mercado de divisas. Por su parte, los ingresos han caído un 23,2%, a 4.472 millones y las matriculaciones un 34%, a 233.000 unidades. Este grupo no fabrica en España, al igual que hacen la mayoría de marcas asiáticas (con la pequeña excepción de Toyota, que produce una furgoneta en la planta que el grupo franco-italoestadounidense Stellantis tiene en Vigo), pero sí le gusta vender coches: entre enero y julio, 6.542 vehículos, un 14,4% menos, según los últimos datos de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac). Claro que sí fabrica en EEUU, por ejemplo en un planta que construyó conjuntamente con Toyota y se ubica en Huntsville (Alabama).
No fabrica en España, al igual que hacen la mayoría de marcas asiáticas (con la pequeña excepción de Toyota, que produce una furgoneta en la planta de Stellantis tiene en Vigo), pero sí vende coches: 6.542 entre enero y julio, un 14,4% menos
Mazda ha destacado los esfuerzos para tener un suministro estable de piezas y los cambios de diseño que está poniendo en marcha para utilizar chips de uso general. Estima una recuperación suave de las ventas en su segundo trimestre (julio a septiembre), gracias a “una recuperación en la producción”. Y de cara al conjunto del ejercicio 2023, prevé que sea mejor que el anterior en beneficio operativo (869,6 millones, un 15% superior) y lograr aumentos de ingresos (+21,8%) y ventas (+8%), aunque su beneficio neto será un 1,9% menor.
En el accionariado de Mazda está presente Toyota con un 5% desde 2018. Tras la crisis del petróleo de 1973, con su profunda crisis económica, el fabricante automovilístico estadounidense Ford entró en su capital con un 25%, que después elevó al 33,4%, pero a finales de 2008 vendió un 20% y dos años más tarde otro 10%, y finalmente salió de Mazda en 2015.