Lo cuenta Telo Noticias, estupenda plataforma para seguir la peligrosísima actividad de criptomonedas: el Santander prohibirá las trasferencias a las plataforma de criptomonedas. Eso sí, a partir de 2023 y para sus clientes del Reino Unido, y sólo en una de las piezas que componen la tenebrosa galaxia bitcoin... pero por algo se empieza.
Y se trata de una entidad privada, que no posee soberanía. Lo lógico es que las monedas virtuales sin una referencia de respaldo, un banco central, un gobierno, fueran prohibidas por quien tiene potestad legal para hacerlo: el poder político.
Mientras tanto, el mundo bitcoin se está convirtiendo en lo que prometía: un patio de monipodio para todo tipo de estafas, corralitos y especulación.
Y la pregunta medular sobre las criptomonedas sigue siendo la misma que un principio: ¿Para qué puñetas sirve el bitcoin? El dinero existe como instrumento liberador de deuda y por comodidad en el intercambio. Pero para colaborar al bien común una moneda debe estar respaldada por alguien que asegure su valor. Si no, la economía se convierte en la ley de la selva.
Las criptomonedas son la ley de la selva. En la selva reina la opacidad. El depredador nunca avisa a su presa.