En las últimas semanas, ha quedado patente la contraposición del ‘método Meloni’ frente al ‘método Sánchez’ en la estrategia empresarial. Y es que mientras la primera ministra de Italia ha decidido vender participaciones del Estado en algunas empresas y no intervenir en las mismas... para invertir en redes eléctricas, Sánchez ha optado por entrar en las compañías usando el dinero de todos los españoles, con un alto grado de intervencionismo y buscando colocar a sus amigos (así se ha podido ver en Telefónica o Indra, por ejemplo, donde ya supera el 9% y el 25,1%, respectivamente). 

Meloni ha vendido el 2,8% de la petrolera italiana Eni, reduciendo la participación del Estado italiano (la cual ascendía al 32,4%). De esta forma, ha obtenido 1.400 millones de euros. Tras esta operación, pondrá a la venta acciones tanto del grupo estatal de correos (Poste Italiane) como de la compañía estatal de ferrocarriles (Ferrovie dello Stato), e incluso se baraja que también podría hacerlo en la energética italiana Enel (dueña del 70,1% de Endesa), pasando del 23,6% al 20% del capital.

Meloni tiene muy claro que necesita invertir en redes eléctricas sí o sí, no sólo para mejorar las conexiones entre el sur y el norte del país, sino también entre este último y norte de Europa

Todas estas desinversiones y quizá otras muchas se realizarán forman parte del plan de Meloni por desprenderse de participaciones del Estado en grandes empresas o reducirlas por un importe total de hasta 20.000 millones. Esto le vendrá bien para cumplir los objetivos presupuestarios y también para llevar a cabo su proyecto de invertir en redes eléctricas nada más y nada menos que 16.500 millones, según el plan estratégico de Terna, el operador del sistema eléctrico de Italia y el encargado de las redes de transporte de electricidad en alta tensión a través de todo el país. Es decir, Terna es lo que en España es Redeia, compañía que está controlada en un 20% por el Estado a través de la SEPI y que preside Beatriz Corredor, exministra socialista y amiga de Pedro Sánchez que llegó al cargo sin tener ninguna experiencia en el sector energético.

Relacionado

Meloni tiene muy claro que necesita invertir en redes eléctricas sí o sí, no sólo para mejorar las conexiones entre el sur y el norte del país, sino también entre este último y norte de Europa. La primera ministra de Italia está preocupada por las redes, no como Pedro Sánchez, Teresa Ribera y Beatriz Corredor, a pesar de que España ya sufre problemas de colapso en cuestiones como las conexiones de renovables y en el suministro registrando apagones, y también se pierden millones en producción de renovables. Al hilo de la necesaria inversión en redes, José Bogas, CEO de Endesa, ha llegado a advertir que es “crítico” y “urgente” hacerlo.. o será imposible la transición energética. Dos métodos bien distintos que recuerdan lo que decía un ministro de EEUU de España en tiempos de Franco: nos veía como un país raro porque el Estado hacía coches y las empresas privadas hacían carreteras, al revés que todo el mudo.

En paralelo, de cara a las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán entre el 6 y el 9 de junio (España votará el 9 e Italia lo hará los días 8 y 9), cabe destacar que Meloni será la cabeza de lista de su partido, Fratelli d’Italia (Hermanos de Italia) y quiere refundar la derecha cristina europea. Recientemente, en concreto, los días 18 y 19 de mayo, ha participado a través de un vídeo en el evento ‘Europa Viva 24’, organizado por Vox, donde ha destacado su “pasión, amor por su propia tierra e ideales”, así como la decisión de elegir los valores conservadores y “luchar por lo que creéis”. También ha referido que “somos conservadores y amamos la naturaleza, y queremos defender la naturaleza con el hombre dentro”, porque considera que “no hay sostenibilidad ambiental sin la actividad humana”; ha criticado que se haya llegado “hasta el punto de que nos aconsejan no tener hijos porque contaminan”. Además, ha defendido apostar por “nuestras raíces cristianas”, subrayando que “ningún cambio es posible en Europa sin los conservadores europeos”.