Michelin ha pedido menos absentismo laboral en sus plantas vascas (situadas en Vitoria y en el municipio guipuzcoano de Lasarte), pues este ronda el 10%. Un tema del que debería ocuparse más Yolanda Díaz, que por ahora sólo piensa en reducir la jornada laboral y en aumentar el salario mínimo.
El fabricante galo de neumáticos cuenta con cuatro fábricas en España: a las vascas se suman otra en Valladolid y otra en Aranda de Duero (Burgos). En total, emplea a unas 7.000 personas en nuestro país, donde a las fábricas citadas, se suman: un centro de experimentación, investigación y desarrollo en Almería, otro de distribución en Illescas (Toledo) y otro de formación y asesoramiento en Tres Cantos (Madrid), donde además se ubica la sede social y la dirección comercial.
🔹 El lehendakari @Imanol_Pradales llama a no resignarse ante la incertidumbre económica global y a trabajar por ganar protagonismo e influencia.
— Eusko Jaurlaritza (@Gob_eus) January 13, 2025
➕ Reafirma el compromiso del Gobierno Vasco con el futuro de la industria en su visita a la planta de @Michelin en Vitoria-Gasteiz.… pic.twitter.com/mAXegRxit7
La petición de menos absentismo laboral se ha producido coincidiendo con la visita del lehendakari, Imanol Pradales, a la planta de Vitoria, a la que desde hace unos meses está llegando producción de las fábricas que Michelin cerrará en Francia (las de Vannes y Cholet) antes de 2026. David Udakiola, director de la planta de Vitoria, ha pedido reducir el absentismo porque “compromete la competitividad como empresa y como país” y es un problema que “daña nuestra imagen y pone en riesgo la confianza del grupo francés en nuestras plantas”.
No es la primera vez que desde el sector del automóvil se advierte sobre los elevados niveles de absentismo laboral en nuestro país. El pasado verano lo hizo José López-Tafall, director general de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), al recordar que cerró 2023 rozando 2023. Sin embargo, ni entonces ni ahora, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo se ha dado por aludida, sino que prefiere empeñarse en la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas por semana.
Y ante dicho empeño, a Díaz no le ha importado entrar en conflicto con el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo. Díaz le llamó “mala persona” por no querer tramitar dicha reducción de forma urgente, mientras Cuerpo apuesta por hacerlo con más tiempo y acompañando a las pymes “que serán aquellas que tengan mayores dificultades para seguir reduciendo la jornada, que ahora mismo está en promedio en 38,3 horas semanales”. Eso sí, este último aceptó reunirse con Díaz en la tarde del lunes 13, una cita de la que sólo ha trascendido que fue en un ambiente de cordialidad y donde se emplazaron a seguir negociando. O sea, sirvió más bien de poco.
En el entretanto, la CEOE ha vuelto a meter el dedo en el ojo a la vicepresidenta segunda. La patronal empresarial ha avisado que haría falta una jornada efectiva de 41,2 horas semanales para alcanzar la productividad de Europa. ¡Olé! Y todo esto semanas después del palo que su presidente, Antonio Garamendi, dio a Yolandísima al hilo de la reducción de jornada: “El acuerdo real es pensar de verdad en la economía, no hacer titulares”. Claro que Díaz no se ha quedado callada y a través de X (antes Twitter) ha presumido del incremento de la productividad en nuestro país, atacando a la CEOE (ya saben que le caen mejor los sindicatos).
La patronal española no entiende lo que es la productividad: en España está creciendo un 2,5%.
— Yolanda Díaz (@Yolanda_Diaz_) January 13, 2025
La patronal debería reconocerlo y dejar de ir contra el bienestar de la gente trabajadora.https://t.co/XatndAvNnW
Y por cierto, Pradales también ha lanzado algunos recados que deberían tener en cuenta el ministro de Industria, Jordi Hereu, y la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen. El lehendakari ha insistido en no resignarse ante la incertidumbre económica global, destacando que “Euskadi es un País industrial” y tiene potencial para liderar el renacer industrial europeo porque “somos referencia internacional en sectores industriales de futuro cómo la movilidad y la automoción”. Estos sectores se enfrentan al reto de la transición energética, la cual Pradales considera que “debe ser ordenada” y “que no nos reste competitividad ni haga que desaparezcan empleos que tanto nos ha costado crear”.