Es difícil determinar si Digi gana dinero en España porque sus cuentas publicadas este miércoles, cuentas del primer semestre, no lo reflejan. Lo que sí nos dicen es que los ingresos aumentaron un 23%, hasta los 369,1 millones de euros, y que el resultado bruto de explotación (ebitda), creció un 48% y alcanzó los 83 millones.
Digi ha continuado captando clientes a un ritmo inigualable y cerró el mes de junio con 7,5 millones de usuarios, un 30% más que un año antes. De ellos, 5,3 millones son de móvil, 1,7 de fibra y cerca de 550.000 de fijo.
Ahora bien, todo este crecimiento se ha llevado a cabo gracias a unas tarifas de muy bajo coste que dejan muy poco margen a la compañía. Basta con mirar el ARPU (ingreso medio por usuario), que se situó en los 8,8 euros mensuales, un 5,4% inferior al registrado un año antes. Y claro, a más actividad más gastos operativos, concretamente 285,7 millones frente a los 242,9 millones de junio de 2023.
La otra partida que genera dudas es la financiación del grupo rumano que cerró junio con 1.517,1 millones de euros en préstamos, repartidos casi por igual, tanto a largo (737, 1 millones) como a corto plazo (780 millones). Son 133,6 millones más que los que adeudaba al cierre de diciembre de 2023. Así, los costes financieros netos fueron de 20 millones, inferiores a los 20,6 millones de 2023.
En definitiva, el modelo Digi sigue funcionando, aunque no sabemos si en España es rentable, porque a todo lo que hemos señalado habría que añadir, por ejemplo, el coste del acuerdo mayorista con Telefónica para utilizar su red móvil (acuerdo para 16 años) y su red de fibra (10 años), unos acuerdos cuyo importe no ha trascendido pero que, seguro, condicionan la cuenta de resultados.
Digi, en cualquier caso, invirtió 173 millones en su propia red de fibra y de móvil, con el objetivo de dejar de ser operador móvil virtual (OMV). Para ello, recuerden, pagó 120 millones para adquirir 60MHz de espectro perteneciente a los remedios de Bruselas a la fusión Orange-MásMóvil.