Los resultados trimestrales son buenos, sobre todo gracias a Minsait, la antigua niña fea de la compañía, pero es que eso no importa ahora. Lo grave es que Moncloa ha paralizado a Indra que puede perder el tren de la industria de defensa europea… justo en el momento en que nace esa industria.
Indra carece ahora mismo de plan de negocio y el nombramiento de un CEO, que se prevé próximo aunque ya se está retrasando más de lo debido, tampoco va a solucionar nada. Lo que se precisa es que el Gobierno decidió hasta dónde se involucra Indra y los pedidos que recibe tras el incremento del presupuesto de defensa y la alianza industrial con Francia y Alemania que corre el riesgo de quedarse en muy poca cosa… para España, claro.
¿Y a qué se debe el retraso? Pues muy sencillo: se debe a que en Moncloa considerando que en pleno proceso electoral para las autonómicas, preludio de las generales, no están como para tomar decisiones empresariales. Y las autonómicas y municipales no dejan de ser la antesala de las generales.
La escisión pierde fuerza, ante la desesperación de Joseph Oughourlian
En cualquier caso, la escisión de Indra entre Mitsait y Defensa y Transporte pierde peso, dado que el presidente Marc Murtra, que cuenta con el apoyo de Moncloa, se niega ahora a romper la compañía. Y ojo, porque una escisión era lo que pretendía Joseph Oughourlian , porque al rebufo de esa facturación podría dar un pelotazo que le compensara por las pérdidas en PRISA, donde entró un favor de Pedro Sánchez y donde ha mantenido el aparato de propaganda de El País y la Ser, dirigida por Miguel 'Cubanino' Barroso, que es quien decide lo que aparece en la portada del diario o en las informativas de la cadena de emisoras. Oughourlian espera que le pague el favor, pero no hay maenra