En realidad, el dueño de Twitter sólo ha presentado una demanda, contra el despacho de abogados que le instó a comprar la red social por 44.000 millones de dólares. La otra, contra Mark Zuckerberg, de momento se ha quedado en una carta dirigida a Meta, según la CNN.

En esa misiva, Musk les acusa de haber fichado a exempleados de Twitter para lanzar Threads y de apropiación indebida de secretos comerciales. Meta no tardó en desmentirlo todo.

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La demanda contra Wachtell, Lipton, Rosen & Katz, el despacho de abogados que le instó a comprar la red social cuando amagó con dar marcha atrás a la operación, tiene otra motivación: recuperar todo o parte de los 90 millones de dólares que le pagó Twitter, una cantidad muy elevada, según Musk, que busca dinero hasta debajo de las piedras.

Musk ha pasado al ataque por la vía judicial y ya saben el dicho: hay dos tipos de personas, las buenas y las que van al juzgado. En cualquier caso, no vamos a llorar si Musk, finalmente, le gana la batalla judicial a Zuckerberg y al bufete de abogados.