Hecho relevante enviado por Naturgy a la CNMV sobre la opa del fondo australiano IFM. Por unanimidad, el Consejo, también los fondos CVC y GIP, decide no acudir a la OPA y no la consideran suficiente.
Sí, sé que si se lee la literalidad del acuerdo del Consejo nos podemos quedar con eso, con la letra de la decisión, donde en teoría no se rechaza la opa y hasta se la considera “razonable”.
Pero eso sólo se ha hecho para mantener la imagen de unanimidad en el Consejo que el presidente, Francisco Reynés, considera fundamental en estos momentos. Además, se considera una oferta razonable porque el decretazo del Gobierno Sánchez ha hecho que en tres días el sector eléctrico haya perdido 8.000 millones de euros en capitalización.
Además, al mismo tiempo se especifica que ni los tres grandes accionistas (CVC y GIP se habían comprometido a ello para disimular su más que sospechosa actitud respecto a la entrada de IFM) acudirán a la opa. No sólo eso, sino que Criteria, tras un parón se ratifica en su deseo de aumentar su participación hasta el anunciado 29,7%, mientras considera que el acuerdo por el que Criteria nombra al presidente y al Ceo de Naturgy continúa vigente.
Además, de los tres grandes accionistas, tampoco se llevará la autocartera a la opa -señal evidente de rechazo-, al igual que los directivos de la entidad (que, junto a la autocartera suman un 1% del capital) ni ningún consejero acudirá tampoco a la oferta a título individual.
Además, CVC, liderado por Javier de Jaime, evitaba así sospechas directas sobre posible concertación, de suyo ilegal, con GIP e IFM.
La argelina Sonatrach ya ha manifestado su interés de seguir lo que diga el Consejo, por lo que llegamos a una conclusión: IFM lanzará una opa que podría llegar hasta el 22% de la compañía pero con un público potencial del 25%. En otra palabras, que el 75% ya ha dicho no.
Lo lógico es que los accionistas minoritarios no vendan y que sí lo hagan los fondos minoritarios. Con ello, IFM conseguiría un 10%. El problema, claro, consiste en que si hay concertación CVC, GIP e IFM, con un 10% ya superarían el 50% del capital entre los tres fondos, y aunque no controlen ahora el Consejo podrían controlar la junta de accionistas, que es lo más importante, aunque más lento.
En cualquier caso, Naturgy ha dicho no a la opa sin decir expresamente no y, sobre todo, Criteria, su principal accionista, ha dejado claro que se opone al troceo que pretenden los fondos, ansiosos por rentabilizar su inversión a costa de destruir por troceo una empresa estratégica española.
Ahora, para evitar ese troceo, el equipo directivo se aferra a una de las condiciones del Gobierno: en 5 años, IFM no podrá votar a favor de la venta de activos. El equipo de Reynes podría exigir a IFM este cumplimiento y podría rechazar el desguace de Naturgy por esta vía.
Es cierto y esa es la trama, pero no olviden que siempre se puede considerar un activo como no estratégico, aunque lo sea, y que, en cualquier caso, IFM podría forzar la cosa rompiendo la unidad de gestión de la empresa.
En cualquier caso, esto en Francia no habría pasado. En Francia el Estado manda, en España el Estado, el Gobierno Sánchez, ayuda al depredador. En Francia, IFM ni se habría atrevido a plantear una opa como esta.