Mañana martes, 25 de junio, Naturgy celebra Consejo de Administración. Lo previsto es que se entierre el hacha de guerra entre Criteria y los fondos CVC y GIP. Con IFM las cosas están mucho más claras: nadie tiene la menor intención de enterrar hacha alguna. Prefieren blandirla con gran entusiasmo y a mandoble limpio, bajo el conocido lema navarro: "¿Por qué no nos queremos? Porque nos conocemos".
Pero con GIP y con CVC es otra cosa: todos hemos sido educados en colegio de pago. Al pacto de amistad, que exigirá escenificación, ayuda el hecho de que, durante el último mes, la cotización de Naturgy ha caído un 15%, con una sesión 'horribilis' el día en que se anunció la ruptura del pre-acuerdo con Abu Dabi (11 de junio), con una caída superior al 10%.
No no es el mejor momento para pactar un precio de salida. Pero ojo, sí para que Javier de Jaime (CVC) y Global Infrastructure Partners (GIP), liderado por Adebayo Ogunlesi y con Lucy Chadwick como representante en el Consejo de Naturgy, exijan más dividendo, lo que llevaría a plantear una posible venta de activos. Y este es el problema porque si algo no desea ni Criteria ni el presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, es adelgazar la compañía. Si acaso, lo contrario.
Pero por el momento, lo que le interesa, tanto a GIP (hoy BlackRock) como a CVC es mantener la unidad de la compañía que, de suyo marcha bien y que ha logrado solventar, en parte, la pifia de Pedro Sánchez al otorgar el Sáhara a los marroquíes y ganarse la enemistad de los argelinos.
A día de hoy, Criteria y GIP-CVC son amigos a la fuerza y amigos para siempre... por lo menos hasta que se encuentra una solución al problema... 'corporativo'.