Naturgy anda molesta por la última injerencia de Teresa Ribera, que aplaudió la entrada del fondo australiano IFM pero ahora exige mucho a BlackRock en la compra de GIP. “Les pedimos que expliquen bien la operación y cómo afecta a Naturgy”, ha referido la vicepresidenta ecológica en su entrevista con Expansión. 

Recuerden que el fondo colonizador del Ibex 35 que lidera Larry Fink se ha lanzado a comprar GIP (dueño del 20,6% de Naturgy), aunque la integración se completará en los próximos meses. Cuando esto suceda, BlackRock, que ya tenía una participación del 0,92% del capital de Naturgy, se convertirá en su segundo accionista, superando a CVC (20,7% a través de la sociedad Rioja, que posee junto a la familia March) y colocándose por detrás de Criteria Caixa (26,7%). Claro que se debe tener en cuenta que, hasta ahora, BlackRock, no suele entrar en la gestión ni en los consejos de administración de las compañías donde es accionista. Además, no es un desconocido para Naturgy, pues no sólo está presente en su capital, sino que es socio en la sociedad conjunta Medina Partnership (con la que ambos controlan el 49% de Medgaz, el gasoducto entre Argelia y España). 

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Ribera ha insistido en que al tratarse de una compañía estratégica y de una inversión extranjera (cuyos blindajes se han reforzado desde el Covid), BlackRock y GIP “probablemente necesiten autorización”. Ojo, se permite señalar que “lo primero y más importante para el Gobierno es asegurar la estabilidad de Naturgy y la estabilidad del sector energético en España”, permítannos la duda, porque fue la que más apoyó la entrada de IFM en el capital de la energética que dirige Francisco Reynés, fondo australiano que incordia bastante, y Ribera no ha dudado en imponer y prorrogar un impuesto extraordinario a las empresas energéticas que facturan más de 1.000 millones de euros anuales sobre el 1,2% de su beneficio neto.

Claro que la cosa no acaba ahí, porque la vicepresidenta ecológica ha referido que se sigue “de cerca” su “comportamiento en bolsa”, donde la cotización de la energética acumula una depreciación del 26% este año, tras ser excluida de los índices MSCI. Y por cierto, la CNMV (donde trabaja como consejero Mariano Bacigalupo, marido de Ribera, cuyo nombramiento ahora analiza el Tribunal Supremo) habría remitido a la energética una carta donde le recomienda aumentar capital o vender acciones para elevar la liquidez dado su escaso free float (12,9%), según El Confidencial.

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Eso sí, la entrevista de Ribera llega tras sus ataques a Repsol y cuando ha perdido fuerza de cara a las elecciones europeas, porque Bruselas ya no quiere talibanes verdes ni rojos (a ella la llaman ‘la sandía’ -verde por fuera y roja por dentro-), porque ya no le preocupa la ecología, sino la seguridad. Y en el entretanto, Reynés, que ha salido reforzado de la última Junta de Accionistas con gran apoyo de Criteria, ha suspendido la venta de activos renovables en Australia (país de IFM), como informa Cinco Días.