Møller-Mærsk ganó 208 millones de dólares (195 millones de euros) hasta marzo, un 91% menos interanual, según ha informado el que es uno de los principales operadores mundiales de transporte marítimo de mercancías, gracias a Maersk Line (transporte de contenedores).
Por su parte, el beneficio neto de explotación de la naviera danesa (ebit) alcanzó los 177 millones de dólares (166 millones de euros), un 92% menos.
Mientras que los ingresos totalizaron 12.355 millones (11.570 millones de euros), un 13% menos.
Estas caídas se han debido, según el gigante danés, a "la situación actual en el mar Rojo y el golfo de Adén, que provocó interrupciones significativas en el trimestre y tarifas y costes más altos”.
Como se recordará, en esa zona los rebeldes hutíes se dedican a atacar a embarcaciones, sobre todo a las de aquellos países que se han mostrado a favor de Israel en la guerra que libra en Gaza contra el grupo terrorista yihadista Hamas.
Esta situación en el Mar Rojo ha llevado a Maersk a tener que utilizar rutas alternativas, como la del cabo de Buena Esperanza, lo que encarece los costes.
La compañía ha explicado: “Con la crisis del mar Rojo en curso, se han hecho planes para ampliar potencialmente la actual ruta del sur del cabo de Buena Esperanza a lo que queda de año. Maersk espera aún que se mantenga la sobrecapacidad, lo que implicará tarifas más bajas durante el segundo semestre”.
Cabe recordar que en noviembre de 2022, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunió con el consejero delegado del Grupo A.P. Møller-Maersk, Søren Skou, y acordaron avanzar en los planes de producción en España de combustibles verdes para el transporte marítimo.
No obstante, tal y como explicó Hispanidad, el acuerdo suponía un bote de humo, pues la producción de metanol verde que iba a estudiar la naviera danesa se iba a desarrollar con una tecnología aún inmadura y demasiado cara.
Por otra parte, en julio de 2023, Maersk, Renfe y Cepsa iban a realizar la primera prueba en España con biocombustibles de segunda generación en el ámbito ferroviario. El biocombustible se produce a partir de aceites usados de cocina, lo que permitiría que este diésel renovable sustituya al diésel convencional.
En noviembre de ese mismo año, Cepsa anunció que las tres compañías habían completado con éxito los primeros 100 trayectos del transporte ferroviario español con combustible renovable.