Netflix extiende su caradura, tras lograr crecimientos y récords de suscriptores, ingresos y beneficio en el tercer trimestre. Ahora sube precios en España, otra vez, y mucho nos tememos que no será la última, al tiempo que no muestra el más mínimo reparo en blanquear a la banda terrorista ETA (su catálogo incluye No me llame Ternera, el documental de Jordi Évole donde entrevista al etarra) y en sacar tajada del morbo que generan los crímenes reales. Y por supuesto, en temas de principios, continúa con su apuesta por la ideología woke (ahora con los indígenas mexicanos del pueblo de los zapotecas).
La plataforma de streaming progre y blasfema sigue dando alegrías a su cúpula directiva, cuyos últimos cambios se dieron el 19 de enero de 2023. Su cofundador (junto a Marc Randolph) y activista woke Reed Hastings decidió pasar a presidente ejecutivo y nombrar a dos CEOs que le ayudaran a gestionar el día a día: Ted Sarandos, con el que hasta ese momento y desde julio de 2020 Hastings había compartido el cargo de CEO; y Greg Peters, quien desde julio de 2020 era director de Operaciones.
Netflix mantiene el liderazgo mundial en streaming, pese a la fuerte y creciente competencia (Disney+, Hulu, Max, Amazon Prime Video, Apple TV+, Paramount+, Pluto…), y es una muestra más del elevado oligopolio entre plataformas de ficción. Asimismo, actúa como lo suelen hacer las plataformas: primero ofreciendo precios baratos (incluso por debajo de costes… y por tanto, operando a pérdidas), pero una vez que se hacen con el mercado, pasan a subir tarifas. Esto es lo que ha hecho tanto en España como en otros muchos países en distintas ocasiones, al tiempo que lanzó planes con anuncios y puso fin a las cuentas compartidas fuera del hogar. Desde este viernes, será más caro ver su extenso catálogo en nuestro país: el plan con publicidad pasa de 5,49 euros al mes a 6,99; el estándar (sin publicidad y para dos dispositivos) se incrementa de 12,99 a 13,99; y el premium (para cuatro dispositivos y calidad 4K) asciende de 17,99 a 19,99.
El propio Greg Peters (uno de los dos coCEOs) destaca que el enfoque en precios no ha cambiado y “ocasionalmente pide a los miembros que paguen un poco más para poder invertir ese valor en el futuro”. ¡Qué cara más dura!
Ojo, porque el incremento de precios en nuestro país se conoce a la vez que sus buenos resultados del tercer trimestre, y por ende, de los nueve primeros meses. ¡Qué cara más dura, señores Hastings, Tarandos y Peters! Por cierto, en rueda de prensa, el propio Peters ha destacado que el enfoque de la compañía en precios no ha cambiado y “ocasionalmente pide a los miembros que paguen un poco más para poder invertir ese valor en el futuro”. Entre julio y septiembre, la plataforma de streaming ha superado las previsiones de los analistas al haber aumentado sus ingresos un 15%, a unos 9.049 millones de euros; incrementar su beneficio operativo a 2.679 millones; y disparar el beneficio neto un 41%, a 2.177 millones. Asimismo, la cifra de suscriptores ha crecido en 5,07 millones, un incremento inferior al del segundo trimestre (el cual fue de 8 millones), pero que le ha servido para alcanzar el récord de 282,72 millones y mantener su liderazgo. Además, esta última cifra es superior en 35,57 millones a la registrada al cierre del tercer trimestre del año pasado… algo en lo que se puede ver el efecto del fin de las cuentas compartidas.
En el conjunto de los nueve primeros meses, Netflix ha tenido unos ingresos de 26.484 millones, un 15,5% superiores a los de hace un año. Por su parte, el margen operativo ya ha ascendido al 28,9%, superando en ocho puntos el registrado en el conjunto del año 2023 y superando también los de los años 2022 y 2021; y el beneficio neto se ha disparado un 53%, hasta 6.302,7 millones. Al mismo tiempo, se le sigue permitiendo tener una deuda elevada (14.719 millones). Y de cara al cuarto trimestre, la previsión es que los ingresos crezcan otro 15% y la ganancia neta lo haga un 97% “Nos complace haber acelerado nuestro crecimiento y, a medida que nos acercamos a 2025, esperamos ofrecer un sólido crecimiento de los ingresos y las ganancias mejorando nuestra oferta principal de series y películas e invirtiendo en nuevas iniciativas de crecimiento como anuncios y juegos”, ha presumido la compañía.
En ‘El secreto del río’ se hace un enfoque en el pueblo indígena zapoteca, en concreto en las muxes: personas que son asignadas al sexo masculino al nacer, pero que asumen roles de género femeninos, pero no se trata de personas trans sino que son reconocidas como un tercer género. ¡Prrrr!
En contenidos, al igual que otras plataformas, saca tajada del morbo que generan los crímenes reales. Eso sí, en nuestro país, le puede salir algo caro: este viernes, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Vilanova i la Geltrú (Barcelona) ha admitido a trámite la demanda que puso la expolicía Rosa Peral contra Netflix y la productora de la serie de El cuerpo en llamas, Arcadia, por vulneración de sus derechos y los de su hija. Dicha serie trata sobre el denominado ‘crimen de la Guardia Urbana’, por el que Peral fue condenada a 25 años de cárcel por asesinar, junto a otro exagente, a su expareja.
En paralelo, Netflix se aprovecha del éxito que está teniendo la serie mexicana El secreto del río, con la que puede promover el progresismo, la ideología de género y la agenda woke. La trama se centra en la amistad entre dos niños, Manuel y Erik, quienes descubren un oscuro secreto que ha permanecido oculto durante generaciones… y se hace un enfoque en el pueblo indígena zapoteca. En concreto en las muxes, personas que son asignadas al sexo masculino al nacer, pero que asumen roles de género que tradicionalmente se consideran femeninos, pero no se trata de personas trans sino que son reconocidas como un tercer género. ¡Prrrr!