Festival de impostura a cargo del salario mínimo. Punto número uno: el salario mínimo es un buen invento. Permite que no se paguen salarios de miseria e indicia toda la pirámide salarial.
Dicho esto, impostura es la del Gobierno, que decreta subir el salario mínimo a los 1.000 euros pero no reduce las cuotas sociales que paga el empresario adosadas a ese salario mínimo. ¿Por qué no suprimir las cuotas sociales para el salario mínimo y darle ese dinero el trabajador? ¿Y por qué no eliminar las cuotas sociales para todos los salarios dado que en España son las más altas de Europa?... pero no lo son los salarios.
Doña Yolanda es una caradura.
¿Cuál es la norma ética? Esta: que el salario no lo puede determinar el mercado sino el mínimo necesario para mantener una familia
Por otra parte la CEOE se niega a subir el salario mínimo porque dice que provocará paro. No tiene por qué provocarlo aunque es cierto que de entrada la productividad baja. No, subir el SMI no provoca desempleo si, al tiempo, reduces las cuotas, los impuestos laborales.
Y a todo esto, ¿cuál es la norma ética? ¿Cuánto hay que pagar? Esta: que el salario no lo puede determinar el mercado sino el mínimo necesario para mantener una familia. Si no es posible, es que esa actividad no sirve. Lo curioso es que casi todas las actividades sirven para pagar un salario digno. ¿Cuál es el problema, la CEOE o los sindicatos? Ni uno ni otro: el problema son los impuestos que se lleva el Estado y paga el empresario. Sobre todo las redichas cuotas a la Seguridad Social.
El empresario, sobre todo el pequeño, no quiere pagar menos al trabajador, lo que quiere es no pagar las cuotas a Yolanda Díaz y a José Luis Escrivá
En un salario medio español -no alcanza los 25.000 euros anuales-, el trabajador sólo se embolsa -varía, según la escala salarial- algo menos de la mitad del coste laboral total que abona la empresa. Y seguramente todos los empresarios estarían dispuestos a pagarle al trabajador lo que le pagan a la señora Díaz y al señor Escrivá, ¡menudo subidón de salario!
Y dejemos los tópicos: el empresario, sobre todo el pequeño, no es un ser malvado que quiere pagar menos al trabajador, lo que quiere es no pagar las cuotas a Yolanda Díaz y a José Luis Escrivá.
Son los elevados impuestos laborales los que nos distinguen de Europa
Y sí, son los elevadísimos impuestos laborales los que nos distinguen de Europa, pagamos las cuotas más altas de Europa, las que fuerzan que haya tan pocos emprendedores, y tanta economía sumergida que eso sí que propicia la explotación.