Nike ganó 4.200 millones de dólares en los últimos nueve meses, un 4% más, según ha informado ayer jueves la multinacional estadounidense de ropa y materiales deportivos. La facturación en ese mismo periodo ascendió a 38.756 millones de dólares, un 1% más.
En cuanto al trimestre que ocupa diciembre, enero y febrero, la marca estadounidense ganó 1.172 millones (un 5 % menos). Mientras que la facturación fue de 12.429 millones (un 0,31 % más).
El presidente y director ejecutivo de la empresa, John Donahoe, declaró que la empresa está "haciendo los ajustes necesarios para impulsar el próximo capítulo de crecimiento de Nike”. "Nos sentimos alentados por el progreso que hemos visto, a medida que construimos un ciclo de nueva innovación”.
El pasado mes de diciembre, la compañía adelantó su intención de recortar costes por valor de 2.000 millones de dólares en 3 años, para lo que va a echar al 2% de plantilla, es decir, más de 1.500 empleados.
Todo lo cual no le ha impedido hacerse a partir de 2027 con la camiseta de la selección alemana de fútbol, una de las más laureadas del planeta (cuatro mundiales) y que llevaba desde 1954 siendo vestida por su rival, Adidas.
Bernd Neuendorf, presidente de la Federación alemana de fútbol, explicó a la prensa. “Esperamos trabajar con Nike y la confianza depositada en nosotros. La futura asociación permitirá a la DFB continuar realizando tareas clave en la próxima década con miras al desarrollo integral del fútbol en Alemania”. "Pero una cosa también está clara: hasta diciembre de 2026 haremos todo lo posible para lograr el éxito compartido con nuestro antiguo y actual socio Adidas, a quien el fútbol alemán le debe mucho desde hace más de siete décadas”.
Y según Holger Blask, director general de la Federación alemana de fútbol: “La adjudicación ha sido el resultado de una licitación transparente y no discriminatoria. Nike hizo, con diferencia, la mejor oferta económica y también convenció con su visión de contenidos, que también representa un claro compromiso con la promoción de los aficionados, el fútbol y los deportes populares, así como el desarrollo sostenible del fútbol femenino en Alemania”.
No obstante, la decisión no ha gustado al Gobierno alemán, cuyo vicecanciller y ministro de Economía, Robert Habeck, declaró: "No puedo imaginar la camiseta alemana sin las tres rayas. Para mí, Adidas y el negro, rojo y dorado siempre estuvieron juntos. Se trata de un pedazo de identidad alemana. Me hubiera gustado un poco más de patriotismo local".