Snapchat fue un defensor a ultranza del derecho al olvido en la red, o mejor dicho, del deber al olvido. Y es que la red social y aplicación móvil creada por Evan Spiegel se centra en mensajes cortos y efímeros, que se eliminan segundos después de ser leídos. Funciona como una app de mensajería instantánea, donde puedes añadir contactos y enviarles mensajes en forma de foto o vídeo.
Y parece que su historia de éxito va camino de ser tan efímera como su producto. Snapchat creció rápido, era enormemente rentable, pronto preparó su salida a bolsa, con un valor de 23.220 millones de euros, su fundador a sus 26 años fue el multimillonario más joven en la lista Forbes, con una fortuna valorada en 1.890 millones. Todo el mundo quería la aplicación, incluso Mark Zuckerberg, fundador de Facebook y CEO de su matriz (Meta), quien le ofreció a Spiegel en 2013 comprarle Snapchat, oferta que fue rechazada.
Pero claro, Spielgel puede ser que se siga arrepintiendo de decirle que no a Zuckerberg, quien tras la negativa decidió hacer lo que mejor se le da: copiar la invención del 'derecho al olvido digital' e incorporarlo en sus redes sociales, por ejemplo en los famosos estados de WhatsApp o las historias de Facebook e Instagram, y ahora con las fotos instantáneas en la mensajería instantanea.
Tras esta copia, los usuarios dejaron de usar Snapchat, ¿para qué tener una aplicación más cuando una que ya tengo me da ese servicio? Y esto es algo que a día de hoy todavía le pasa factura la la empresa estadounidense Snap Inc., propietaria de de Spectacles o de la red social Snapchat, que ha anunciado que en el conjunto de 2022 se ha anotado unas pérdidas que ascienden a 1.430 millones de dólares (1.313 millones de euros), lo que implica un empeoramiento del 193% respecto a las pérdidas de 488 millones de dólares (448 millones de euros) registradas en 2021.
Desde la compañía explican que las pérdidas se deben al crecimiento en un 25% de los costes, hasta los 5.997 millones de dólares (5.505 millones de euros). Y es que han llevado a cabo un desembolso en I+D+i, en marketing y en gastos generales y de administración y no han conseguido los ingresos que esperaban, algo que les ha llevado a disparar pérdidas.
Y es que los ingresos solo subieron un 11,8%, hasta los 4.602 millones de dólares (4.225 millones de euros), cuando desde la compañía esperaban mucho más. "Encaramos importantes dificultades mientras tratamos de aumentar nuestros ingresos", ha reconocido Evan Spiegel.
En cuanto a las cifras del cuarto trimestres, las pérdidas fueron de 288 millones de dólares (264 millones de euros), frente al saldo positivo de 22,6 millones de dólares (20,8 millones de euros) de un año antes, por su parte, los ingresos trimestrales fueron de 1.300 millones de dólares (1.193 millones de euros), lo que supone un avance mínimo en comparación con la facturación de 1.298 millones de dólares (1.192 millones de euros) de 2021.
Aunque Snap sostiene que los usuarios activos diarios de Sanpchat crecieron un 17% en el cuarto trimestre, hasta los 375 millones, y que su servicio de pago 'premium' Snapchat+ alcanzó los dos millones de personas.
Datos que no son suficientes, y en septiembre Snap anunció que reduciría su plantilla un 20%, despidiendo a 1.300 de los 6.500 empleados que tiene. Por lo que se suma a la crisis de las tecnológicas, junto con otras empresas que han anunciado despidos en las últimas semanas: Google, Amazon, Meta -matriz de Facebook-, Microsoft, Salesforce, IBM, SAP, Spotify o Paypal.