Con el fin de combatir el alza del precio de los alimentos, que en Francia alcanzó el 14,5% el pasado febrero, el Gobierno francés presentó ayer lunes un acuerdo con los grupos de distribución que les da libertad para crear una cesta de productos “antiinflación”, rebajados de precio, y configurarla como ellos quieran.
Las distribuidoras francesas se oponían a que el Ejecutivo les impusiera una cesta de productos básicos a precio fijo (o sea, topar los precios), petición que ha sido atendida por el Gobierno de Macron a cambio de que aquellas hayan aceptado reducir sus márgenes -durante un trimestre- en "varios centenares de millones de euros" mediante la creación de un listado de productos básicos que tendrán "el precio más bajo posible".
Cada empresa distribuidora tendrá autonomía para definir su propia lista y fijar sus precios, cuyos bienes llevarán una etiqueta común con los colores de la bandera francesa y el texto "trimestre antiinflación”.
De hecho, algunas unas cadenas como Carrefour o Intermarché ya han lanzado cestas con 200 y 500 artículos a precios reducidos.
El ministro de Economía francés, Bruno Le Maire, rechazó bajar el IVA, que ha calificado de medida "ineficaz y costosa". En cuanto a la fijación de precios, Le Maire aseguró que Francia es "una nación que cree en la libertad de comercio", por lo que no le corresponde al Estado intervenir en este sentido.
El rechazo de Bruno Le Maire a bajar el IVA de los productos choca frontalmente con lo que ejecutó el Gobierno español cuando suprimió desde el 1 de enero y hasta el 30 de junio de 2023 el IVA de los productos que ya tenían el tipo reducido del 4%: es decir, al pan común, así como la masa de pan común congelada y el pan común congelado destinados exclusivamente a la elaboración del pan común; a las harinas panificables; a las leches producidas por cualquier especie animal (natural, certificada, pasteurizada, concentrada, desnatada, esterilizada, UHT, evaporada y en polvo), a los quesos, los huevos, las frutas, verduras, hortalizas, legumbres, tubérculos y cereales que tengan la condición de productos naturales de acuerdo con el Código Alimentario y las disposiciones dictadas para su desarrollo. Y, además, el Gobierno bajó del 10% al 5% el IVA de los aceites de oliva y de semillas y de las pastas alimenticias.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aplaudió el acuerdo entre el Gobierno francés y los grupos de distribución: «Llevo desde el verano pasado señalando no solo que esto era posible, sino que es imprescindible». "Es posible ofertar una cesta de productos, yo dije 20, pero los que sean, por un precio limitado. Artículo 13 de la ley del comercio minorista", insistió ayer Díaz.
Eso del “precio limitado” significa topar los precios, algo que la propia Yolanda Díaz ya había propuesto anteriormente.
Y también hay que recordar que la podemita Ione Belarra había solicitado un tope a los precios de 20 alimentos básicos; un impuesto extraordinario sobre beneficios, para los supermercados, con un tipo del 33%; y se refirió al presidente de Mercadona, Joan Roig, como un «capitalista despiadado».
No es lo mismo topar los precios por ley -que es lo que pretenden Díaz y Belarra- que dejar libertad a los supermercados para elegir los productos a los que ellos quieran bajar los precios, que es lo que han pactado las distribuidoras con el Gobierno en Francia
Pero no es lo mismo topar los precios por ley -que es lo que pretenden Díaz y Belarra- que dejar libertad a los supermercados para elegir los productos a los que ellos quieran bajar los precios, que es lo que han pactado las distribuidoras con el Gobierno en Francia.
También ayer, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, valoró de forma "positiva" la iniciativa del Gobierno francés para que la distribución gala diseñe cestas de la compra antiinflación con productos de alimentación al precio más bajo posible: “En el caso de Francia han culminado ahora las negociaciones anuales entre industria y distribución, donde ha habido una llamada del Gobierno a un equilibrio en la cadena”. “El Gobierno francés ha hecho un anuncio en general, algunas cadenas lo han seguido. Espero y deseo que todo el mundo ponga lo mejor para poder conseguir precios razonables y bajos de cara a las familias y consumidores”.
Pero, a difrencia de las ministras comunistas, Planas insiste en dar libertad a las distribuidoras: “Hemos planteado a la distribución de forma repetida que contenga en la medida de lo posible los precios de los alimentos. En Francia, alguna cadena ya lo ha puesto en marcha y en España se han hecho propuestas parciales, pero todo tiene que hacerse en respeto de la Ley de la Cadena”.
El pasado 20 de febrero, el propio Planas aseguraba que el IPC de los alimentos en España había tocado techo. E insistió en la eficacia de las medidas ya adoptadas por el Gobierno, que se resumen en la eliminación del IVA de los alimentos básicos y la bajada en el aceite y la pasta, y el bono social a las familias más vulnerables.