La nueva movilidad no está exenta de dificultades. Los coches 100% eléctricos y los eléctricos de pila de combustible (impulsados por hidrógeno) son caros y aún tienen una infraestructura de carga y suministro muy mejorable… y a todo esto se une la crisis de demanda y la incertidumbre económica que han provocado la pandemia del coronavirus.
La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y la Asociación de Transporte Sostenible que integra la cadena de valor del Gas y el Hidrógeno (Gasnam) han propuesto al Gobierno que adelante el objetivo de 150 hidrogeneras de 2030 a 2025, el cual se contempla en la Hoja de Ruta del Hidrógeno Renovable, y que también incluye que haya una al menos cada 250 kilómetros. Eso sí, consideran que el despliegue debe hacerse, cómo no, via subvenciones: de entre un 80% y un 100% de la inversión.
Cada hidrogenera necesita una inversión de entre 1 y 8 millones de euros, en función de su capacidad y si tiene o no generación de hidrógeno 'in situ', aunque lo más habitual es que la cifra oscile entre 1,5 y 3,5 millones
Actualmente, en España hay 12 vehículos impulsados por hidrógeno, pero hay cero hidrogeneras públicas y cuatro privadas. Unas cifras muy alejadas de las de Dinamarca (150 coches y 6 hidrogeneras) o Alemania (867 coches y 83 hidrogeneras), entre otros países europeos. Anfac y Gasnam consideran que el despliegue de estaciones de servicio con surtidores de hidrógeno públicos debe empezar con 71 puntos en municipios de más de 100.000 habitantes y 79 en los principales corredores.
Ambas asociaciones destacan que cada hidrogenera necesita una inversión de entre 1 y 8 millones de euros, en función de su capacidad y si tiene o no generación de hidrógeno in situ, aunque lo más habitual es que la cifra oscile entre 1,5 y 3,5 millones. En 2020, España ya tenía oferta de turismos y autobuses de hidrógeno, en 2022 espera ofrecer un vehículo comercial ligero y a partir de 2023 un vehículo pesado de larga distancia. Y es que el hidrógeno es una buena opción para electrificar el transporte pesado.
Eugenia Sillero, secretaria general de Gasnam, ha destacado que hay distintos modelos de hidrogeneras y que todos ya están probados en otros países: se puede transportar allí el hidrógeno comprimido o bien transportar el hidrógeno licuado o bien generarlo in situ (por eso apuestan por el hecho de que las 12 primeras estén cerca de los polos de hidrógeno verde, el que se produce a través de energía renovable y agua). Recuerden que también hay hidrógeno gris, que proviene de combustibles fósiles (sobre todo petróleo y carbón) y emite algo de CO2; e hidrógeno azul, que procede de yacimientos de gas natural y también tiene una cierta carga de dióxido de carbono, aunque hoy se puede capturar un 60% del mismo. Por su parte, José López-Tafall, director general de Anfac, ha destacado que “la apuesta decidida para que España se convierta en un referente de la movilidad basada en hidrógeno cuenta con todo el apoyo del sector, y por eso es tan importante disponer de propuestas constructivas que ayuden a pasar del mundo de los objetivos al de las realidades”.