Primero vamos con la noticia, que tristemente, ha dejado de ser noticia. Cifra récord, un mes más: la Seguridad Social destinó en el presente mes de septiembre 12.855,2 millones de euros al pago de la nómina ordinaria mensual de las pensiones contributivas, casi un 6,7% más que en igual mes de 2023, según ha informado este viernes el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.

La pensión media del sistema asciende a 1.258 euros mensuales. Esta cuantía, que comprende las distintas clases de pensión (jubilación, incapacidad permanente, viudedad, orfandad y en favor de familiares), está subiendo 5,2%. La pensión media de jubilación se sitúa en 1.445,75 euros.

Tres cuartas partes de la nómina de pensiones contributivas corresponden a pensiones de jubilación, como es habitual. Tres cuartas partes corresponden a pensiones de jubilación, como es habitual. En concreto, estas pensiones suponen el 73,1% de la nómina, 9.400 millones de euros. A pensiones de viudedad se han destinado 2.110,4 millones de euros, mientras que la nómina de las prestaciones por incapacidad permanente asciende a 1.138,6 millones; la de orfandad, a 171,7 millones de euros y la de las prestaciones en favor de familiares, a 34,4 millones.

El Ministerio da otro dato, "Crecen las jubilaciones demoradas y bajan las anticipadas". Así, de las nuevas altas en los primeros siete meses del año (231.258), la cifra de jubilaciones anticipadas se reduce considerablemente y se sitúa por debajo del 30% del total (28,6%), mientras que en 2019 eran el 40%. Además, un 9,7% de las altas corresponden a la modalidad de jubilación demorada, voluntaria, frente al 4,8% que suponían en 2019.

Como resultado del retraso voluntario del momento de retiro, la edad media de acceso a la prestación de jubilación se sitúa en 65,2 años, cuando en 2019 era de 64,4. Evidentemente se vende como un éxito: "Hay que recordar que desde entonces han entrado en vigor nuevos incentivos para la demora de la jubilación y también se ha reconfigurado el marco de la jubilación anticipada", por ejemplo, el nuevo acuerdo firmado hace unas semanas entre Gobierno, Patronal y Sindicatos. 

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Primero fue Escrivá ahora Elma Saiz. Ninguno de los dos saben cómo pagar los casi 13.000 millones de euros de cada nómina de pensiones, y son 14 nóminas por año. 

Bruselas, Banco de España y numerosos expertos se lo han advertido al Gobierno: o se ponen medidas ya, o el sistema de pensiones de españa será completamente insostenible. El Gobierno no quiere escuchar, sabe que esas medidas que exigen desde Europa no son populares e implicarán pérdida de votos. 

De esta forma, esa máquina del pensamiento que es Moncloa tiene una brillante idea: pensión y salario. Anda, sé bueno: jubílate un poco más tarde. O mejor: si retrasas la jubilación cinco años te permitimos cobrar sueldo y pensión.

El Gobierno, el más progresista de la historia, quiere seguir subiendo las pensiones, eso da votos, y queda muy bien lo de revalorizarlas según el IPC, pero claro, ¿quién paga la fiesta? Pues hasta ahora, y seguirá así, se aumentarán más y más las cotizaciones a la seguridad social, pero como ni con esas cubrimos el gasto descontrolado, además de aumentar los ingresos, tienen que recortar el gasto, pero sin que se note, porque eso quita votos. 

Esa "flexibilización" de la jubilación no es más que retrasar la edad de jubilación. Algo que el Gobierno siempre ha achacado a un deseo de la derecha, pero que ahora es la Ejecutiva progresista la que lo ejecuta. Sólo hay que hacerse una pregunta: si todo va tan bien, si la hucha de las pensiones puede con todo y más, si el sistema está garantizado para generaciones y generaciones, ¿por qué se vende como un logro que la población se esté jubilando más tarde?

Otrosí, la frasecita de que se está retrasando la edad "voluntariamente" tiene su guasa, ¿cuántas de esas personas se estarán viendo obligados a seguir trabajando porque la economía quizás no va tan bien como nos quieren vender?