La oferta de viviendas en alquiler se ha reducido un 25% durante el tercer trimestre de 2022, en comparación con el mismo trimestre del año pasado, según un estudio publicado por Idealista.
Así, el estudio muestra que la mayoría de capitales de provincia españolas, 41 de las 52, ha visto reducida su oferta de viviendas en alquiler. "La reducción es del 52% en Alicante y se sitúa en el 47% en Palma, y en el 46% en Barcelona y Málaga. Valencia tiene un 36% menos de oferta de alquileres, mientras que en Madrid, Badajoz y Girona se sitúan un 33% por debajo que hace un año. Les siguen Las Palmas de Gran Canaria (-32%), Ciudad Real (-30%), Tarragona y Guadalajara (-29%)", detalla el informe.
"Con caídas superiores o iguales al 20% encontramos las ciudades de Sevilla y Teruel (ambos con un -28%), Ourense y Castellón de la Plana (ambos en un -27%), Granada (-26%), San Sebastián y Toledo (ambos con un -25%), Burgos (-23%), Oviedo (-22%) y Santa Cruz de Tenerife (-21%)", concluye.
Pero claro, en el día que conocemos el estudio, el portavoz de Podemos, partido que forma parte del Gobierno, Pablo Echenique, hace estas declaraciones:
"En materia de vivienda el Gobierno tiene que hacer más. Hay que aprobar cuanto antes la Ley de Vivienda, además de medidas para reducir las hipotecas del tipo variable y para prorrogar los contratos de alquiler como se hizo durante la pandemia".
— PODEMOS (@PODEMOS) October 18, 2022
📽@PabloEchenique pic.twitter.com/75vlbzD3SX
Si a esto le sumamos los casos que día tras día conocemos de okupación, con 47 viviendas okupadas al día, un 40% más desde que Sánchez se instaló en Moncloa, la explicación de por qué la oferta de viviendas en alquiler se ha visto reducida parece clara. Control de precios de alquiler contemplados en la Ley de Vivienda, limitación de la subida de los precios de alquiler, temor a impagos y a los okupas, inflación y una posible crisis en el horizonte son todos los ingredientes que se necesitan para que un propietario se lo piense dos veces antes de poner su vivienda en alquiler. Y la consecuencia de esto está siendo directa: encarecimiento de los precios en las pocas viviendas disponibles.