OHLA, el nuevo nombre que tomó la constructora OHL a mediados del año 2021, tiene razones para empezar a replantearse su gestión. La constructora que controla la familia mexicana Amodio, tras registrar un resultado negativo de 89 millones en los nueve primeros meses del año, agrava su situación de 'números rojos' y presenta unas pérdidas de 96,8 millones de euros al cierre del ejercecio de 2022, frente al beneficio de 5,9 millones de euros del año anterior.
Según justifica OHLA estas pérdidas se deben a elementos atípicos que no tienen impacto en la evolución operativa pero sí un efecto contable. En concreto, la compañía asegura que tras tener que anotar el valor razonable de los bonos, la diferencia de tipo de cambio y el ajuste en el valor en Canalejas, el resultado ha sido negativo.
Una vez más, y como empieza a ser costumbre, la compañía se escuda en la mejora de las ventas, que registraron un incremento del 17,3%, hasta alcanzar los 3.259,7 millones de euros, en el aumento del 25,1% del resultado bruto de explotación (Ebitda), hasta los 114,1 millones de euros, y en la mejora de la contratación total a corto plazo, que fue de 4.273,7 millones, lo que supone un crecimiento del 15,6% y marcar un récord de los últimos ocho años. Esto impulsó la cartera de proyectos a 7.034 millones de euros, en este caso la más alta desde 2015. El Ebit también mejoró, alcanzando los 45,8 millones durante el ejercicio, frente a los 24,5 millones de 2021, lo que supone un crecimiento del 86,9%.
La mayor parte de su cifra de negocio la mantienen en el exterior, el 70,6%, con una distribución de las ventas del 47,3% en Europa, el 35,4% en Norteamérica y el 16,4% en Latinoamérica. En Chile, se acaba de adjudicar la concesión del Instituto Nacional del Cáncer, por unos 300 millones de euros.
Desde OHLA presentan cierta preocupación por reducir la deuda, motivado por el escenario financiero que presenta una política monetaria más agresiva, tras el aumento de tipos de interés de los bancos centrales. Por lo que su objetivo a corto y medio plazo es reducir el endeudamiento en 2,5 veces el Ebitda a través de nuevas ventas de activos y frente a las 3,8 veces en la que se situaba esta ratio a cierre del año pasado. Para llevarlo a cabo, OHLA ha decidido analizar la desinversión de activos o compañías no estratégicas o no vinculadas a su actividad principal, la Construcción y Concesiones. Su posición de liquidez cerró diciembre en 700 millones de euros. En relación con la reducción del endeudamiento, en 2022, OHLA canceló el préstamo ICO (54,5 millones) y realizó una recompra parcial de bonos (44,6 millones).
La compañía es optimista con el 2023, y prevé alcazar unas ventas en el entorno de los 3.450 millones de euros, un Ebitda superior a los 125 millones de euros y una contratación por encima de los 3.600 millones.
"El ejercicio 2022 ha sido un año de buenos resultados operativos para OHLA", aseguran desde la compañía.