Sin duda, la semana ha estado marcada por el nombramiento, el miércoles, del turco Onur Genç como CEO del BBVA. Un nombramiento que sorprendió al propio protagonista. “Tengo que confesar que fue una sorpresa”, señaló en una entrevista a interna del banco. Desde luego, su nombre no estaba en ninguna de las quinielas, tampoco en la de los empleados del banco, que han reaccionado con humor reenviándose el vídeo del motorista y alguna que otra meme.
Genç, que apenas habla español, será el número dos del segundo banco español y primero de México. El directivo, que ha pedido paciencia, se ha comprometido a aprender el idioma lo más rápidamente posible. ¡Solo faltaba!
Ni Onur ni Carlos le van a levantar las alfombras a Francisco González (FG)
En cualquier caso, Genç llega con la lección aprendida: “Además de lo digital, seguiremos invirtiendo en las personas”, afirmó. Vamos, que eso de que el banco puede funcionar con 1.000 oficinas -Torres dixit- nada de nada. Las personas son (casi) lo primero.
Una cosa es segura: ni Onur ni Carlos le van a levantar las alfombras a Francisco González (FG). Ninguno de lo dos tiene ‘pasado’ en el banco.
El PNV renueva a Villalabeitia como presidente de Kutxabank para otros cuatro años
Gregorio Villalabeitia será presidente de Kutxabank otros cuatro años más. Así lo han decidido el viernes los tres accionistas de la entidad, BBK (57%), Kutxa (32%) y Vital (11%). En otras palabras, el PNV está satisfecho con el trabajo de Villalabeitia, que fue nombrado presidente por primera vez en 2014, tras el cese de Mario Fernández, que buscaba la salida a bolsa o la entrada de capital privado.
Pero eso es agua pasada desde que el Gobierno Rajoy permitió al PNV mantener el control de la entidad a cambio de su apoyo a los Presupuestos de 2018. Así, mientras las demás cajas fueron obligadas a destinar el 50% del dividendo a un fondo de reserva -algo insostenible- si querían seguir siendo cajas, el ex ministro Guindos permitió a Kutxabank reducir esa aportación al 30%, y le dio un plazo de ocho años y no de cinco como al resto.
La entidad vasca va muy bien en solvencia y muy mal en rentabilidad
De esta manera, el PNV ha podido mantener el control de Kutxabank, al no tener que reducir la participación de la fundación bancaria por debajo del 50%, como ha tenido que hacer, por ejemplo, La Caixa.
Así las cosas, Villalabeitia tiene cuatro años por delante para mejorar la situación de la entidad. Sí, Kutxabank va muy bien en solvencia -cerró el tercer trimestre con un nivel de capital de máxima calidad (CET1) del 16%, uno de los más elevados del sector-, pero flojea en el negocio típico: el 49% del beneficio hasta septiembre lo obtuvo gracias a las participaciones industriales, en particular al 1,7% de Iberdrola.