Carlos Cuerpo, ministro de Economía, Comercio y Empresa, reiteró este miércoles que "hay distintos elementos en esta operación que a nosotros nos preocupan desde el principio (...) elementos relacionados con el impacto de ese exceso de concentración, tanto para los propios clientes financieros como en materia de inclusión financiera, el impacto también en materia de empleo, el impacto en materia de cohesión territorial, de crédito o de financiación de nuestras pymes, y esta valoración o evaluación conjunta de todos estos efectos es única por parte del Gobierno, porque cada una de las instituciones tiene que mirar en materia de sus competencias. Y este es el ámbito en el que nosotros miramos esta operación y así lo haremos hasta el final", afirmó Cuerpo en una entrevista en RNE.
Lo más significativo de estas palabras, sin embargo, es que el ministro no mostró una oposición tan contundente como en anteriores ocasiones. Y tal vez no le haga falta, porque si finalmente la CNMC establece unas condiciones duras, el BBVA retirará la OPA.
Vamos con César González-Bueno, que se mostró satisfecho con la decisión de Competencia de extender el análisis a fase 2, porque “ayuda a poner todas las cosas encima de la mesa”, afirmó este miércoles durante su intervención en el Encuentro Financiero organizado por Deloitte y ABC, en Madrid. De hecho, desde que el BBVA de Carlos Torres lanzara la OPA hostil, el principal argumento del Sabadell ha sido ese: que decidan los accionistas, pero con toda la información encima de la mesa.
Con ese objetivo y sólo unas horas después del dictamen, el banco se ha personado este mismo miércoles en la CNMC para aportar toda la documentación que, según ellos, es oportuna. Junto al Sabadell también acudirán asociaciones empresariales, Comunidades Autónomas, sindicatos, etc.
La parte mollar del asunto son las pymes que, según González-Bueno, suelen trabajar, de media, con entre 3 y 5 entidades. Actualmente hay cuatro bancos que operan a nivel nacional a los que, según el territorio, se les puede unir otro más. Si finalmente la OPA sale adelante, de cuatro bancos se pasará a tres -en algunos territorios a cuatro- insuficientes para cubrir las necesidades de las pymes.
Sobre el futuro de la OPA, el CEO señaló que los clientes del banco no quieren que salga adelante. Entre los accionistas minoritarios, muchos son clientes y tienen sentimientos encontrados, mientras que los institucionales, según González-Bueno, están esperando a tener toda la información para tomar una decisión.
La pregunta más importante, en todo caso es: ¿La operación es buena para España? No, no lo es. El mercado, por su parte, no ha descartado, ni mucho menos, que pueda triunfar a pesar de estar en fase dos.