La CNMV ha dado a conocer el resultado de la opa sobre Naturgy lanzada por IFM el pasado 26 de enero y la primera conclusión es que el fondo australiano ha fracasado en su primer asalto, pues sólo ha llegado al 10,8% del capital de la energética. Pero ojo, no se puede interpretar como una derrota total, porque persiste el peligro de troceo y se amplia la sospecha de que pueda haber concertación con los fondos CVC (dueño del 20,7% de Naturgy a través de Rioja, sociedad que controla junto a Corporación Financiera Alba, o sea, con los March) y GIP (dueño del 20,6%), con los que sumaría una mayoría del 52,1%. Ahora cabe preguntarse qué hará Javier de Jaime, rostro de CVC en España, que fue el muñidor de la opa del fondo australiano.
Para ver la reacción en bolsa, ha habido que esperar un poco, porque la CNMV ha suspendido la cotización de Naturgy a las 13:55 horas, cuando subía un 0,31%, hasta los 23,02 euros, y la reactivado poco antes de las 15:20, cuando la acción se ha disparado un 8%, aunque a continuación ha relajado el entusiasmo a cerca del 4% y ha cerrado la sesión cona subida del 4,62%, hata los 24,01 euros. Todo ello un día después de que aumentara un 4% y superara el precio de la opa (22,07 euros). Recuerden que desde que se conoció la opa han corrido muchos ríos de tinta física y digital, y continuarán en los próximos meses. Asimismo, Estudio de Comunicación ha paseado por muchos medios a Jaime Siles, el hijo del poeta valenciano del mismo nombre que es el representante de IFM en España y el vicepresidente de IFM Investors, insistiendo en confundir al accionista y en bajar el dividendo.
Estudio de Comunicación ha paseado por muchos medios a Jaime Siles, el hijo del poeta valenciano del mismo nombre que es el representante de IFM en España y el vicepresidente de IFM Investors, insistiendo en confundir al accionista y en bajar el dividendo
Ahora, conocidos los resultados de la opa, se demuestra que el fondo australiano se temía cierto fracaso y que se le puede aplicar el refrán español de quien mucho abarca poco aprieta porque pasó de aspirar al 22,689% de Naturgy a conformarse con el 10%, ampliando la sospecha de concertación, y al final ha obtenido el 10,8%. Asimismo, IFM ha renunciado a la condición de aceptación mínima del 17%, algo perfectamente legal porque en el folleto de la opa que autorizó la CNMV el pasado 8 de septiembre se recogía la posibilidad de reducir dicha aceptación hasta el 10% o de renunciar a la misma siempre que la aceptación de la oferta no fuera inferior al 10% del capital social de Naturgy. Un movimiento que respondía a un tema de la financiación con los bancos, según fuentes de mercado.
IFM ha renunciado a la condición de aceptación mínima del 17%, algo perfectamente legal porque en el folleto de la opa que autorizó la CNMV se recogía la posibilidad de reducirla al 10% o de renunciar a la misma siempre que la aceptación no fuera inferior al 10% del capital social de Naturgy
Paralelamente, CriteriaCaixa sigue elevando pasito a paso, sin prisa pero sin pausa, su participación: ya tiene el 26,7% de la energética, por lo que continúa siendo su primer accionista. Conviene recordar que si al final IFM, CVC y GIP suman fuerzas no lo tendrían fácil en un primer momento en el Consejo de Administración de Naturgy, donde actualmente hay 12 sillas: las del presidente y CEO, Francisco Reynés, seis dominicales (dos de Criteria, dos de CVC y dos de GIP) y cinco independientes. Teniendo en cuenta que aproximadamente por un 8% del capital, correspondería un consejero: Criteria podría pedir uno más llegando a tres (en función de su actual 26,7%) y tendría una condición sine qua non (que Reynés siguiera siendo presidente y CEO), IFM podría pedir uno y se podría reducir el número de independientes o elevar el número total de consejeros.
Eso sí, otra cosa sería lo que ocurriría a corto plazo, donde la citada mayoría de los tres fondos podría hacerse con el control: en concreto, en la Junta General de Accionistas. Y así cambiar todo lo que quisiera, eliminar o reducir el dividendo e incluso proceder al troceo de la compañía con la venta de activos. Y ojo, todo ello con el beneplácito del Gobierno, pues la vicepresidenta ecológica Teresa Ribera destacaba que IFM no era un fondo cortoplacista.