Una fusión para chiflados y para aprovechados. Sin duda, una fusión chapucera. Así hemos calificado en Hispanidad la operación que negocian Orange y MásMóvil y que incluye un crédito de 6.500 millones de euros para cobrar un anticipo -perdón, un dividendo extra- de 4.000.
Escuchen al Ceo de Orange España, Jean François Fallacher, que este miércoles participó en el Summit2022 DigitalES: las negociaciones continúan con “la voluntad en ambos lados” de llegar a un acuerdo. Ciertamente, la operación es “compleja” -Fallacher dixit-, pero llama la atención que las conversaciones iniciadas en marzo se estén alargando más de lo previsto, de tal manera que el macro crédito no se cerró en junio y el acuerdo de fusión no se firmó durante el segundo trimestre, como estaba previsto.
Lo más probable, en cualquier caso, es que Providence, KKR y Cinven, dueños de MásMóvil, sellen el pacto con el Estado francés -accionista de control con el 23%- y el resto de accionistas, principalmente fondos, en las próximas semanas, pero el retraso deja entrever la complejidad de las negociaciones.
No es para menos, sobre todo en lo referente a la deuda de MásMóvil, que asciende a 7.700 millones. Y todo en un contexto de gran incertidumbre económica y financiera, con el BCE amenazando, incluso, con acelerar la subida de tipos si la inflación persiste en los actuales niveles.