Si hace unos días el BCE contradecía a Calviño y pintaba un futuro negro, ahora ha sido el turno del Gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, quien ha acudido al Congreso para dar su valoración sobre los Presupuestos Generales del Estado 2023.
Hernández de Cos ha insistido en su crítica de revalorizar todas las pensiones con el IPC en un momento en el que advierte que el pacto de rentas "da muestras de agotamiento" y ha recomendado la idea de acotar las subidas a las pensiones a las rentas más bajas e insistido en que revalorizar continuamente las pensiones con el IPC deja un incremento estructural del gasto que habrá que compensar en el futuro: "Se debería evitar el uso generalizado de cláusulas de indexación automáticas, en un contexto, además, en el que el margen fiscal se encuentra muy constreñido por el abultado endeudamiento público", ha afirmado.
Por otro lado, ha recordado que los efectos negativos de la inflación pasan factura a todos y que los salarios del sector privado están perdiendo poder adquisitivo, mientras que las empresas cada vez tienen menos margen para no trasladar el aumento del coste de la energía a los precios finales, por lo que Hernández de Cos cree que los temidos "efectos de segunda ronda" en la inflación tienen cada vez más riesgo de producirse.
Hernández de Cos ha recordado que los efectos negativos de la inflación pasan factura a todos y que los salarios del sector privado están perdiendo poder adquisitivo, mientras que las empresas cada vez tienen menos margen para no trasladar el aumento del coste de la energía a los precios finales
El Gobernador también ha tenido tiempo para hablar sobre el cuadro macroeconómico del Gobierno y explicar las diferencias del Banco de España en las previsiones de crecimiento. Así, De Cos prevé que el PIB avance un 1,4% y ha aprovechado para recordar que la economía española aún estaba 2,2 puntos por debajo del PIB previo a la pandemia en el segundo trimestre de 2022, mientras que en el conjunto de la zona euro ya es un 1,8% superior. De esta forma, Hernández de Cos no ve posible recuperar los niveles de PIB de 2019 hasta, al menos, el primer trimestre de 2024. Además, advierte de que sus indicadores alertan de una "notable pérdida de dinamismo de la actividad económica durante el tercer trimestre".
De Cos ha criticado que el exceso de recaudación que se está generando por la inflación se utilice en aumentar el gasto público de manera estructural y ha recordado además que se espera que el déficit estructural alcance el 3,5% del PIB en 2023, "cifra muy similar a la de antes de la pandemia", pero ha enfatizado que esto se logrará después de que los ingresos públicos hayan mostrado un "fuerte dinamismo". Es más, calcula que la presión fiscal en España alcancé el 42,3% del PIB en 2023, algo que muestra cómo "se estaría compensando la mejora que muestra el déficit con un incremento del gasto público que tendría un carácter estructural", algo que el gobernador ve como un elemento de riesgo a largo plazo porque mantener el déficit y la deuda pública es una "fuente de vulnerabilidad" para la economía.
Y es que el Gobernador ha hecho hincapié en el hecho de que ese aumento de los ingresos públicos vienen de la inflación: "Una mayor inflación genera una dinámica muy boyante de los ingresos públicos" y podría estar produciendo un afloramiento de la economía sumergida, parecido a lo que pasó con los ingresos extraordinarios generados por el ladrillo en el boom inmobiliario. Estos ingresos corren el riesgo de desaparecer, como pasó en la anterior crisis, lo que puede generar un problema en los ingresos tributarios, por lo que sería recomendable tomar esos ingresos extra con prudencia.