Tras el Euro, el reto más importante que debe llevar a cabo Europa es la unificación fiscal, esto es, mismo impuesto de Sociedades en todos los países, sin excepción. Con homologación fiscal europea y unificación de rating de los países, no se habría dado, por ejemplo, el caso Ferrovial o el de tantas otras compañías que han cambiado su sede social a lugares con un impuesto de Sociedades menos gravoso o con un rating de inversión más elevado. Porque ninguna empresa puede tener un rating superior al del país en el que tiene su sede social.
Tampoco se habría dado el fraude presuntamente cometido por los grandes bancos franceses y el mayor banco europeo por activos, el tramposo HSBC, que ha propiciado -martes 28- el registro de las sedes parisinas de Société Générale, BNP Paribas, su filial Exane, el gran banco de inversión francés Natixis, y el mencionado HSBC. La noticia fue adelantada por Le Monde.
Se trata -siempre presuntamente- del método ‘CumCum’: una persona con residencia fiscal en el extranjero, pero accionista de una empresa cotizada en Francia, presta sus títulos a un banco galo justo antes del cobro del dividendo con el objetivo de evitar pagar la retención establecida para las personas con residencia fiscal en el extranjero, por el cobro de estos dividendos.
Se da la circunstancia de que los dividendos de las acciones que poseen los bancos franceses están prácticamente exentos de impuestos, lo que nos lleva a la necesaria homologación fiscal en Europa. Mientras no exista, habrá fraude fiscal.
El caso que nos ocupa fue denunciado en 2018, pero no fue hasta diciembre de 2021 cuando la Fiscalía Nacional Financiera abrió la investigación por fraude fiscal agravado y blanqueo agravado. Y aunque no tenga nada que ver, todo esto sucede tras la crisis del norteamericano SVB y el suizo Credit Suisse, cada uno por causas distintas.