La cadena hotelera pública Paradores no está para tirar cohetes. El socialista Óscar López ha dejado de ser su presidente y CEO a finales del pasado julio, tres años después de acceder a dicho puesto, y se ha despedido con pérdidas históricas (-64 millones de euros) en 2020, el último año completo de su mandato, por culpa del Covid-19… y deja tarea a su sustituto, Pedro Saura, que ha sido mal tratado pero será bien pagado.
López ahora tiene bastante con ser el jefe de Gabinete de Pedro Sánchez, donde ha cogido el relevo a Iván Redondo, aunque hasta ahora se está luciendo. Y es que su jefe ha estado muy centrado en sus vacaciones y ha sido muy criticado por sólo hacerse presente en Twitter ante la situación de Afganistán y las alpargatas que llevaba y Moncloa escondió han sido las protagonistas de una de sus videoconferencias.
Paradores bajó las provisiones para el plan de rejuvenecimiento de la plantilla (de los 12,7 millones del año anterior a 9 millones), que ha pasado de 4.865 personas a 3.916 sumando también la salida de muchos temporales. Por el contrario, elevó las provisiones por litigios judiciales, de 0,9 millones a 2,7 millones
Paradores no sólo tuvo pérdidas históricas, sino que también redujo a la mitad su facturación, que pasó de los 265,5 millones obtenidos en 2019, a 131 millones, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil a las que ha accedido Cinco Días. Todo ello, a pesar de que fue la única gran cadena hotelera española que reabrió todos sus establecimientos (un total de 98) el año pasado tras la desescalada, los cuales habían estado cerrados 100 días. Eso sí, afortunadamente, no se cumplió la previsión de la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, que señaló que tendría unos números rojos de 80 millones.
Saura fue recibido con el mejor julio de la historia de Paradores, cuando se registró una ocupación superior al 78%, pero tiene tarea: se prevé que este año se prevé que las ventas caiga un 40% y que no se recupere el Ebitda positivo al menos hasta 2022
En 2020, la cadena hotelera pública disminuyó las provisiones para el plan de rejuvenecimiento de la plantilla (de los 12,7 millones del año anterior a 9 millones), que ha pasado de 4.865 personas a 3.916 sumando también la salida de muchos temporales. Por el contrario, elevó las provisiones por litigios judiciales, de 0,9 millones a 2,7 millones.
Paradores perdió 147,3 millones entre 2009 y 2014 por la anterior crisis económica, aunque en 2015 salió de esa situación y volvió a ganancias: entre ese año y 2019 ha acumulado unos beneficios de 70,9 millones. En 2018 ganó 15 millones por el turismo y en 2019, tuvo un beneficio de 16,8 millones antes de impuestos, unos ingresos de 265,5 millones (+3%) y un Ebitda de 35,5 millones (+20,3%). Saura ha llegado a la cadena hotelera pública con “ganas de capitalizar sus grandes fortalezas para conseguir los retos de convertirla en líder del turismo sostenible, profundizar en la sostenibilidad energética y conseguir su completa digitalización”, y fue recibido con el mejor julio de su historia: cuando se registró una ocupación superior al 78%. Eso sí, tiene tarea porque este año se prevé que sus ventas caigan un 40% y que no se recupere el Ebitda positivo al menos hasta 2022.