Pascual tiene razones para estar satisfecha, pues en mejoró en 2023 algunas cifras, respecto a las de 2022, a pesar de los mayores costes, la inflación y el fuerte alza de la marca blanca. Y es que ha elevado los ingresos (+8%) y ha disparado el resultado bruto de explotación (ebitda) un 24%, frente al descenso del 4% del año anterior. 

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La empresa familiar de alimentación y bebidas que dirige Tomás Pascual Gómez-Cuétara ha tenido unos ingresos de 914 millones de euros, un 8,2% superiores, en un entorno difícil marcado por la inflación y la inestabilidad internacional debido a los distintos conflictos bélicos que hay en el mundo (Ucrania y Gaza, entre ellos, y este último, también ha tenido consecuencias en el comercio internacional con violencia en el mar Rojo por parte de los hutíes). El 6% de la facturación (unos 57 millones) se ha destinado a exportaciones a más de 50 países, y la cuantía supone un aumento cercano al 68%. Por productos, el 93% de las ventas corresponden a los considerados de consumo habitual (leches, zumos, aguas, cafés...) y además, ha seguido innovando, por ejemplo, con la introducción en el mercado de Pastor de Aranda (una bebida 100% a base de mazada -suero de mantequilla- y que es muy rica en proteínas y calcio, y baja en grasa), y de un Bifrutas de avena, entre otros ejemplos. Recuerden que recientemente, el presidente de la compañía, Tomás Pascual Gómez-Cuétara, ha referido que la mejor forma de competir ante el auge de la marca blanca es “con innovación y en valor añadido”.

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Por su parte, el ebitda de Pascual se ha disparado un 24%, a 51 millones en 2023, frente al de 41,2 millones obtenido el año anterior. Todo ello, a pesar de los mayores costes y de que “no hemos trasladado todos los aumentos de costes a los precios y hemos ajustado márgenes”, ha explicado el presidente. Otra muestra más de que la podemita Ione Belarra no llevaba razón cuando era ministra y acusaba a las empresas de la alimentación de estar engordando sus márgenes y sus beneficios.

Eso sí, aunque Pascual mejora en ingresos y ebitda, todavía no ha recuperado los niveles de resultados previos a la pandemia del Covid. Claro que no se conforma y ha incrementado su apuesta por la innovación y el valor añadido, y también se ha convertido en uno de los principales actores de la industria del café para hostelería después de adquirir Jurado en 2022. Tomás Pascual ha subrayado que “tenemos un proyecto sólido y sostenible con una visión a largo plazo que abarca aspectos económicos, sociales y ambientales, buscando no solo la rentabilidad sino también la creación de valor en toda nuestra cadena”; y ha añadido que han seguido “desplegando nuestro propósito de compañía -Dar lo mejor- con un enfoque no solo Consumer centric, basado en nuestros clientes y consumidores, sino con una visión más amplia, Human centric, centrada en bienestar de las personas y cómo contribuir positivamente en la sociedad”.

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