Decíamos en Hispanidad que AmRest (La Tagliatella) se atragantaba por culpa de Rusia, lo que le suponía un castigo bursátil: perdiendo 33 millones hasta junio, pese a disparar ventas y elevar Ebitda. Aunque la cadena de restauración que posee varias marcas propias (La Tagliatella, Bacoa, Sushi Shop y Blue Frog) y también opera franquicias de otras (KFC, Starbucks, Burger King y Pizza Hut), lograba recuperarse en el tercer trimestre.
Pero la situación en Rusia seguía siendo una lacra para AmRest, que cerraba junio con 2.382 restaurantes (propios y franquicias), tras traspasar 59 locales de PizzaHut en Rusia a un operador local el pasado mayo. También registró unas pérdidas por deterioro de 52,9 millones en su negocio KFC Russia, y con las inversiones interrumpidas en el país de Vladimir Putin, “vigila de cerca el posible impacto en sus operaciones actuales y futuras”.
A la vista de esta situación, la cadena de restauración que controla en un 67,047% el ingeniero industrial y magnate mexicano Carlos Fernández, fundador de la sociedad inversora Finaccess, ha tomado la decisión de vender los 217 restaurantes de KFC que tenía en el país por 100 millones de euros a la compañía local Almira OOO, que está vinculada al sector financiero local y tiene presencia en el negoción de la restauración. Así lo ha comunicado la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha aclarado que la operación queda sujeta a la autorización de Competecia de Rusia y "Yum! Brands Inc", dueña de KFC, Pizza Hut y Taco Bell, entre otras.
Además, la operación queda a la espera de otros "factores externos" como el tipo de cambio del euro con el rublo, pero ha descartado "ajustes adicionales" en sus estados financieros. Como hemos comentado, la compañía justifica la venta por el deterioro que el negocio ha experimentado en el mercado ruso tras el estallido del conflicto con Ucrania.