Las petroleras se mantienen en recuperación, como se vio hace unos meses, por el alza del precio del crudo. Tras Halliburton, ahora se ve en Chevron, que ha vuelto a beneficios milmillonarios y ha disparado la facturación un 71,6% en 2021. Una situación que nada tiene que ver con la del año anterior, cuando el sector sufrió un varapalo por el Covid y su impacto en el precio del crudo.
Chevron es el segundo mayor productor de petróleo de EEUU y ha ganado 14.036 millones de euros en 2021, frente a las pérdidas de 4.979 millones que tuvo el año anterior, y ha logrado unos ingresos de 145.948 millones. Su producción neta ascendió a 3,1 millones de barriles equivalentes de petróleo por día y ya cuenta con unas reservas demostradas de 1.300 millones de barriles equivalentes de crudo, principalmente de sus explotaciones en la Cuenca Pérmica de EEUU, en el golfo de México y en Australia.
Su producción neta ascendió a 3,1 millones de barriles equivalentes de petróleo por día y ya cuenta con unas reservas demostradas de 1.300 millones de barriles equivalentes de crudo
“En 2021 logramos un flujo de caja récord y aceleramos nuestro progreso hacia un futuro bajo en carbono”, ha destacado su presidente y CEO, Mike Wirth. “Ahora somos mejor compañía de lo que éramos hace unos años. Somos más eficientes en costes y capital, lo que nos permite devolver más efectivo a los accionistas”, ha añadido. Además, prevé que el barril de Brent podría alcanzar los 100 dólares en los próximos meses, según señaló a Bloomberg TV, y no hay que olvidar que el crudo está en escalada y este lunes ya supera los 91 dólares, que no se veían desde 2014.
Sólo en el cuarto trimestre, Chevron logró un beneficio neto de 4.541 millones de euros, muy lejos de los números rojos de 597 millones del mismo periodo de 2020. Y los ingresos casi se duplicaron (+90,6%), ascendiendo a 43.236 millones.
Paralelamente, Chevron ha anunciado su marcha de Myanmar (antigua Birmania), algo que también ha hecho la petrolera francesa TotalEnergies. En concreto, se han retirado de las operaciones en el campo de gas de Yadana por el deterioro de la situación de los Derechos Humanos tras el golpe de Estado militar del pasado 1 de febrero y después de un año de intensa campaña en la que se pedía que dejaran de apoyar financieramente al régimen golpista, porque los ingresos del gas natural son una gran fuente de financiación extranjera para el mismo. Claro que no es su única mala noticia en el continente asiático: ha causado un derrame de petróleo por el escape de una boya de almacenaje marina, que ya ha llegado a la costa sureste de Tailandia, según ha informado el diario Bankok Post.