En el sector de las petroleras ha habido un poco de todo en el primer semestre, aunque la mayoría ha visto descender su beneficio por el abaratamiento del gas natural, pese al mayor precio del crudo. Entre ellas, ha quedado claro que Javier Milei ha ganado a Lula da Silva, porque YPF ha disparado su beneficio un 65%, mientras Petrobras lo ha hundido un 66%. Y en ingresos, también han tenido una evolución bien distinta.

Empecemos por YPF, cuya privatización por parte de Milei fue aparcada hace unos meses, por lo que sigue controlada en un 51% por el Estado argentino. Sus ingresos han crecido un 7%, a unos 8.466 millones de euros, en el primer semestre, gracias a mayores ventas de gas y productos agrarios (granos y harinas exportadas, así como fertilizantes), mayor demanda de gasoil, mejores precios de combustibles y aumento de las exportaciones de petróleo. Por negocios, el de operaciones de gas y energía ha facturado un 8,9% más; el de exploración y producción (upstream, en el argot del petróleo), un 11,6% más; y el de refinería, trading, transporte y comercialización (downstream) un 4,5% más.

Relacionado

Por su parte, los costes operativos han crecido un 7,6%, a 2.746 millones, por mayores costes en todos los negocios, la devaluación del peso argentino en diciembre y los mantenimientos de las refinerías. A pesar de ello, el resultado bruto de explotación (ebitda) ha ascendido a 2.242 millones (+19%), el resultado operativo ha alcanzado 1.150 millones (+125%) y el beneficio neto se ha disparado un 65%, hasta 1.091 millones. Eso sí, la deuda neta se ha incrementado un 18%, hasta 6.829 millones.

El único punto en el que coinciden YPF y Petrobras es en el aumento de sus deudas, hasta 6.829 millones y 54.603 millones, respectivamente

Pasemos a Petrobras, que en un 36,6% es propiedad del Estado brasileño… y que no ha sido ajena al intervencionismo de Lula. Sus ingresos brutos han bajado un 5,1%, a 39.452 millones, en el primer semestre, en parte por las menores ventas de combustibles en Brasil.

Relacionado

Por su parte, el ebitda ha caído un 15%; a 18.048 millones. Y el beneficio neto se hundió un 66,3%, a 4.064 millones, debido al acuerdo que firmó el Gobierno Lula para acabar con antiguos litigios tributarios relacionados con el pago del flete de sus embarcaciones y que costó 3.255 millones. Sin este efecto extraordinario, la petrolera brasileña habría ganado 9.009 millones, aunque también tuvo que afrontar la fuerte depreciación del real brasileño (la cual le ocasionó unas pérdidas de 2.055 millones). El acuerdo del Ejecutivo por los litigios tributarios lastró el resultado del segundo trimestre, que pasó de los 4.731,7 millones ganados hace un año a perder 428 millones. Y ojo, la deuda bruta se ha incrementado un 2,9%, hasta 54.603 millones,… y sigue siendo elevadísima. Sin embargo, ni las menores ganancias semestrales (incluyendo pérdidas entre abril y junio) ni la mayor deuda impedirán que Petrobras reparta 2.230,9 millones en dividendos e intereses de capital propio… de los que el 36,6% van para el Estado que dirige Lula. Además, ha reducido su previsión de inversiones anuales, pero mantiene el objetivo de elevar la producción.

En cualquier caso, el único punto en el que coinciden YPF y Petrobras es en el aumento de sus respectivas deudas. A la vista de los resultados de otras petroleras mundiales, YPF se coloca como la que más ha logrado aumentar su ganancia semestral, en concreto un 65%, superando a la portuguesa Galp (+23%)... y la vuelta a números negros de Cepsa, frente al leve descenso que ha tenido la francesa TotalEnergies y las caídas de la noruega Equinor, la italiana Eni, la española Repsol, la británica BP, la anglo-neerlandesa Shell y las estadounidenses Chevron y Exxon Mobil, y el desplome de Petrobras. Además, la situación argentina está lejísimos de la que tiene la petrolera mexicana Pemex con unos números rojos elevadísimos (en concreto, de 12.812 millones).