PharmaMar se ha disparado más de un 20% en Bolsa este martes tras la publicación de los resultados positivos de su tratamiento Aplidin contra las variantes del Covid, Delta y Ómicron (lea aquí el comunicado). El éxito del laboratorio gallego viene además respaldado por la publicación en la revista Life Science Alliance.
El mercado ha reaccionado inmediatamente, como decimos, con un alza de la cotización de la compañía superior al 20%, frente a un Ibex que solo sube cerca de un 0,8%, y un día después de que Pedro Sánchez anunciara a bombo y platillo que España comprará 344.000 dosis del tratamiento de la norteamericana Pfizer. La misma que se ha forrado con las vacunas, ahora pretende repetir con el tratamiento.
La farmacéutica que preside José María Fernández de Sousa-Faro no goza de la simpatía, ni de Sánchez -ni siquiera ha visitado las instalaciones como sí ha hecho con otras compañías- ni de su paisano, el presidente gallego Alberto Núñez Feijóo, que en enero de 2021, y tras la publicación de unos resultados muy prometedores de su tratamiento contra el Covid, respondió a Hispanidad con evasivas acerca del nulo apoyo de las autoridades al laboratorio gallego.
Porque el respaldo institucional es crucial cuando hablamos de tratamientos farmacológicos, y PharmaMar no lo tiene. Incluso la CNMV, bajo el mandato de Sebastián Albella, le puso trabas incomprensibles en noviembre de 2020, al solicitarle información médico-científica acerca del Aplidin, en lugar de velar por los intereses de los pequeños accionistas.
¿Por qué Moncloa y la Xunta marginan a PharmaMar? ¿Será que no les interesa disponer de un fármaco ‘made in spain’? Porque si finalmente Aplidin no sirve para combatir las variantes Delta y Ómicron, mejor saberlo antes que después, y para eso también es importante el apoyo institucional.
De momento, el mercado ha vuelto a confiar en PharmaMar, mientras Sánchez sigue llenando las arcas de Pfizer con el dinero de los españoles.