El Consejo de febrero, no el de la aprobación de las cuentas del ejercicio terminado el 28 de ese mismo mes, que se convocará para marzo, aprobó el Plan Estratégico de El Corte Inglés (ECI) para el periodo 2025-2030, la obra del nuevo CEO Gaston Bottazzini.

Pocos cambios en el modelo y un titular: no se cerrarán más centros que, en total, superan los 80, aunque hablamos de centros bien distintos y la semisuma podría proporcionar una idea equivocada.

El Plan Estratégico de Bottazini se mantiene entre el modelo Harrods y el modelo Aliada, en la idea de una reconversión tranquila, con el objetivo de reconvertir muchos centros y no cerrar ninguno. A ver si lo consigue

En cualquier caso, la columna vertebral del Plan Estratégico consistía en solucionar la escasa uniformidad de los grandes almacenes, que han atravesado unos años de descenso de ventas y donde el modelo originario de El Corte Ingles, con clientes de nivel medio-alto, y centros urbanos que funcionaban bien frente a los de extrarradio que funcionaban mal (con todas las excepciones que se quieran), se agudizó durante la crisis del año 2008 y durante la pandemia, aquejada, además, la empresa por una deuda creciente que pilló a la nueva presidenta, Marta Álvarez, recién llegada y en plena batalla por el poder contra Dimas Gimeno.

Hoy, la deuda se ha reconvertido a niveles sostenibles y los centros se han ido remodelando, pero no es posible hacerlo a la velocidad que exige el ambiente. Por lo menos, no ha sido ese el camino elegido.

En plantilla, ni crecer ni menguar. Se mantendrán las actuales condiciones laborales que, no no engañemos, no serán tan espléndidas como las de épocas pasadas

En plata, el Plan Estratégico 2025-2030 de don Gaston Bottazzini no cerrará centros pero, ojo, establece un sistema de contabilidad analítica de costes: en otras palabras, cada centro debe ser rentable por sí mismo o se verá abocado a reconversión, a reducción de existencias y de plantilla.

Al mismo tiempo, se crecerá soloen centros especializados, por ejemplo en Alimentación. En plantilla, ni crecer ni menguar. Se mantendrán las actuales condiciones laborales de la plantilla que, no no engañemos, no serán tan espléndidas como las de pasadas épocas. Bottazzini, a pesar de ser un McKinsey, ha optado, o le han hecho optar, por una reconversión tranquila, centrada en potenciar lo que funciona y reducir costes en los agujeros.

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Hay que potenciar las marcas propias de confección, que no acaban de explosionar y hay que vigilar la distribución multimarca, porque esas marcas de calidad, cada día más, están optando, para ganar margen, por no arrendar espacios de venta en centros ECI sino tenerlos en propiedad, que así obtienen más margen, apoyados por la venta electrónica a la que, afortunadamente para todos ellas y para El Corte Inglés, le cuesta entrar en la alta costura.

La degradación constante en la indumentaria de ellas y ellos, constituye un peligroso reto para El Corte Inglés. Si mujer y hombre visten cada día peor, que es justo lo que está sucediendo, si estamos en el reino del chándal...

Eso sí, a ver si resulta que la gente viste cada día peor y el éxito de Primark así lo demuestra... pues entonces no sé cuál es la solución. En cualquier caso, la degradación constante en la indumentaria de ellas y ellos, constituye un peligroso reto para El Corte Inglés. Si mujer y hombre visten cada día peor, que es justo lo que está sucediendo, si estamos en el reino del chándal...

En cualquier caso, el Plan Estratégico de Bottazzini ha dejado de lado los dos modelos extremos: el método Harrods -sólo para cliente de muy alto nivel-, porque Harrod's hay uno mientras centros ECI hay más de ochenta y el modelo de la competencia por precio -modelo Aliada- que 15 años atrás sedujo a El Corte Inglés. A la competencia por precio ya juegan Mercadona, Aldi o Lidl, y lo hacen muy bien... y su ámbito se circunscribe sólo a alimentación.  Bottazzini pretende caminar por la línea medular entre uno y otro modelo. ¿Marta Álvarez esperaba algo más del Plan Estratégico? Sí, esperaba algo más, pero en el momento actual del sector de la distribución los experimentos conviene hacerlos con gaseosa.

Por su parte, la campaña de Navidad que se alarga desde el 'Black Friday' hasta las rebajas de enero, no ha ido mal. No partimos de la mejor base de cálculo pero ha rozado el 10% de incremento de ventas respecto al ejercicio anterior. De nuevo en misma línea: alimentación y electrónica mejor que confección. Con la competencia de la venta electrónica, que en ocasiones utiliza los centros de ECI para ver qué es lo que luego compraré por Internet, el porcentaje de crecimiento no es bueno, pero aún resulta suficiente.