La iniciativa ha surgido del Partido Nacionalista Vasco (PNV) al que no le gusta mucho que Euskadi se pueda quedar sin banco: se trata una fusión entre Caixabank y Kutxabank, más bien una absorción de la segunda por la primera, porque es ocho veces más grande.
Y no es baladí que el presidente de Caixabank sea José Ignacio Goirigolzarri.
El origen de la iniciativa del PNV es el mismo que le llevó a unirse al carro BBVA-Sabadell incluso al del BBVA.
No fue posible, así que el PNV ha aplicado aquello de que "las uvas están verdes". Además, y esto es muy cierto, una fusión con el BBVA tenía poco sentido. El banco resultante de las fusión de las tres cajas vascas sólo conseguiría con ello un consejero y una duplicidad de oficinas que forzaría la pertinente reducción de plantillas.
Además, no olviden que el principal exponente de la banca vasca durante la última década, José Ignacio Goirigolzarri, es el actual presidente de Caixabank... y que el Ceo de la primera entidad bancaria en España es otro vasco: Gonzalo Gortázar.
En cualquier caso, fuentes del PNV recuerdan que la absorción de la entidad vasca por la catalana coparía la única laguna de la primera entidad española: la franja cantábrica.