El holding Porsche sufre en su resultado neto por el descenso de Volkswagen en el primer trimestre. Y aunque prevé cerrar el año con más beneficio neto (entre 4.500 millones de euros y 6.500 millones), frente al de 4.800 millones que ganó en el ejercicio 2022, la posición de liquidez seguirá en negativo: se situará entre -5.600 y -6.100 millones, algo mejor que la de 2022 (-6.700 millones).

El holding baja su beneficio neto un 38%, a 1.300 millones, en el primer trimestre por la menor aportación del grupo Volkswagen (1.300 millones, 800 millones menos que hace un año). La cual no ha podido compensarse con el crecimiento de la marca que le da nombre (Porsche) en el primer trimestre, que está celebrando su 75 aniversario y salió a bolsa hace meses: su beneficio operativo aumentó un 25,4%, a 1.840 millones y sus ingresos ascendieron a 10.100 millones (+25,5%); y todo ello tras tener un gran 2022 con varios récords.

La posición de liquidez neta se desplomó a -6.700 millones, el mismo nivel al que cerró 2022, pero situándose muy lejos del nivel positivo de 847 millones de hace un año. ¿Por qué motivo? Por la financiación de la compra de acciones de la marca Porsche para seguir controlándola, tras su debut en el parqué. Al hilo de esto, cabe referir algunas diferencias en capitalización bursátil: el holding vale 8.088 millones; la marca Porsche, 52.610 millones; y el grupo Volkswagen, 71.692 millones. 

Las familias Porsche y Piëch confían en el austriaco Hans Dieter Pötsch (Wolfang Porsche es alemán y austriaco; y recuerden que hasta Hitler era austriaco), quien es presidente del Consejo de Administración del holding Porsche y presidente del Consejo de Supervisión de Volkswagen

El holding, con sede en Stuttgart, tiene como principales accionistas a las familias Porsche y Piëch, a los que se suman muchos inversores institucionales con participaciones más pequeñas. Su fundador fue Ferdinand Porsche y hoy tiene como presidente del Consejo de Supervisión a su nieto Wolfang Porsche (que acaba de cumplir 80 años), primo de Ferdinand Karl Piëch (fallecido en 2019), y que también es el presidente del Consejo de Supervisión de la marca Porsche. Wolfang Porsche es un entusiasta de la electricidad y defiende el coche eléctrico, así como el desarrollo y la producción de combustibles sintéticos (también llamados e-fuels, que no proceden de fuentes energía fósiles, sino de hidrógeno renovable y CO2 capturado). Recuerden que al grupo Volkswagen no le gustan mucho los híbridos, sino más bien los eléctricos, y que la Unión Europea vetará los coches de combustión (gasolina y diésel) en 2035, pero no los que usen combustibles sintéticos, algo que consiguió sacar adelante Alemania, mientras que incomprensiblemente no se dan las mismas oportunidades a los biocombustibles (generados a partir de residuos agrarios y forestales, de la industria agroalimentaria, sólidos urbanos y plásticos, y aceite de cocina usado).

 

Las familias Porsche y Piëch confían en el austriaco Hans Dieter Pötsch (Wolfang Porsche es alemán y austriaco; y recuerden que hasta Hitler era austriaco), quien es presidente del Consejo de Administración del holding Porsche y presidente del Consejo de Supervisión de Volkswagen. Al hilo de este último cargo, en el que sucedió a Ferdinand Piëch en 2015, cabe referir su papel esquivando pasteles, como se vio en la reciente Junta de Accionistas del grupo automovilístico con sede en Wolfsburgo.